Confesión de Morate a un amigo exrecluso el día de los crímenes: "La he liado gorda, la he cagado"

Una imagen del presunto asesino de Laura y Marina, Sergio Morate, en la pantalla de la sala de vistas el primer día del juicio.
Una imagen del presunto asesino de Laura y Marina, Sergio Morate, en la pantalla de la sala de vistas el primer día del juicio.
JOSÉ DEL OLMO / EFE
Una imagen del presunto asesino de Laura y Marina, Sergio Morate, en la pantalla de la sala de vistas el primer día del juicio.

Durante la segunda jornada de juicio contra Sergio Morate por el presunto asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo ha prestado declaración Alexander E., amigo del encausado que en agosto de 2015 se encontraba cumpliendo condena por un delito de tráfico de drogas.

Alexander, que conoció a Sergio Morate en prisión, ha recordado que el mismo día 6 de agosto, cuando desaparecieron las dos chicas, empezó a disfrutar de un permiso penitenciario y, en un momento de la tarde se pasó por la casa del presunto asesino.

A preguntas de la abogada de la familia de Marina, ha reconocido que en un momento de la conversación en su vivienda, Morate le llegó a decir: "La he liado gorda. La he cagado". Más adelante, a preguntas del abogado de la Junta de Comunidades, ha confirmado que en su primera declaración policial llegó a describir a Morate como "muy sudado y blanco" en aquel episodio, aunque posteriormente, a preguntas de la defensa, ha matizado que "siempre ha sido muy blanco".

Este testigo ha contado que previamente, en torno al mediodía, habló con Morate con la idea de viajar juntos hacia Alicante para ver un concierto, por lo que se dispuso a coger un tren rumbo a Cuenca desde Madrid, para salir juntos hacia la capital alicantina.

Al llegar a la estación de tren, se extrañó por el hecho de que Morate aún no hubiera ido a recogerle. Entonces, le llamó por teléfono, tras lo que cogió un taxi rumbo a la casa del acusado, y una vez allí, entró en la vivienda y se quedó en el salón.

"Me dijo que tardaríamos un poco en salir, que tenía cosas pendientes, y que en torno a las 2.00 o las 3.00 de la madrugada nos iríamos. Yo le dije que tenía que estar temprano en Alicante porque me iban a hacer una oferta de trabajo. Me molestó, me hizo ir desde Madrid hasta su casa para luego decirme que no se venía conmigo. Si me lo hubiera dicho, me habría ido por mi cuenta", ha manifestado.

Tras reconocer que este extremo le hizo "enfurecer", ha desvelado que Morate le dio a entender que había vuelto a estar con Marina, dejando claro que en todo caso no vio a nadie más en la casa. "En ningún momento pasé del salón", ha dicho, negando haber visto ningún cadáver en la vivienda. "Después me pidió que le aparcara el coche, pero estaba enfurecido. Le mandé a la mierda".

Le pregunté qué había pasado, pero no me contestóPor otra parte, una prima de Morate, Águeda M., que también ha testificado este martes, ha reconocido que vio al acusado la noche en la que presuntamente ocurrieron los hechos en Palomera. Visiblemente nerviosa y llorando, ha revelado que le pidió cancelarle "todas las redes sociales" un par de días después de los asesinatos tras contactar con ella desde un teléfono desconocido.

Águeda, que facilitó los pantallazos de esas conversaciones a la Policía, ha desvelado que Morate le preguntó por "cómo estaba la familia" toda vez que ya se conocía que le estaban buscando y que tanto él como las chicas estaban desaparecidas. "Le pregunté que qué había pasado, pero no me contestó".

"Le pregunté que dónde estaba él, y contestó que no me lo iba a decir", ha señalado, antes de asegurar que tenía "miedo" y que incluso llegó a temer que a ella misma le pasara "algo". Además, ha confirmado que Morate le pidió que le dijera a su madre que contactara con su abogado.

Entre los testigos que han pasado por la sala de vistas se encuentra también Carlos G., amigo de Morate con quien estuvo la última noche antes de los asesinatos; y una médico forense que desde Rumanía ha corroborado un informe sobre lesiones aparecidas en el cuerpo de Morate tras su detención.

También ha prestado declaración la expareja de Morate que le denunció por episodios de malos tratos en 2008, lo cual llevó a la cárcel al ahora acusado. Según sentencia firme, quedó demostrado que la retuvo en su casa, la desnudó y la fotografió.

Testigos cruciales

Istvan H., quien alojó a Rumanía a Sergio Morate poco después de cometerse los asesinatos de Laura del Hoyo y Marina Okarinska por los que se le juzga, no ha comparecido en su país de origen a prestar declaración como testigo tal y como estaba acordado, ya que según ha explicado un funcionario rumano por videoconferencia "está trabajando en Alemania".

Tampoco han comparecido ni la mujer ni el hermano de Istvan, a quienes también se les esperaba. Por la relevancia de su testimonio, el Ministerio Fiscal ha pedido que se le haga declarar por la fuerza, si bien ha solicitado que en caso de no poder obligarle a comparecer, se pueda integrar su última declaración en sede judicial como prueba testifical.

Sofía, la mujer de Istvan, no ha comparecido alegando que tenía un hijo pequeño; mientras que el hermano de Istvan, Gabriel, está en paradero desconocido. Ante esta situación, los letrados de las acusaciones particulares y el Ministerio Fiscal -que han considerado este extremo una "obstrucción a la justicia"- han pedido que se pueda localizar para llevar a los juzgados rumanos a los tres testigos.

El presidente de la Audiencia Provincial de Cuenca, José Eduardo Martínez, ha indicado a los funcionarios rumanos con los que se ha comunicado por videoconferencia que se señala la comparecencia de los tres testigos ausentes para este miércoles a las 10.00, y en caso de no aparecer, para el jueves a la misma hora. Igualmente, ha pedido a las autoridades rumanas que les hagan declarar a la fuerza.

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