Casas Viejas protesta a 120 m de altura para que retiren los cargos contra los dos okupas que se encerraron en el zulo del edificio okupado en el centro de Sevilla, y niegan su presunta vinculación con el entorno de ETA.

La Policía Nacional sigue investigando al movimiento okupa de Sevilla por su posible relación con la banda tras encontrar en la casa cartelería en euskera y documentación informática que está analizando la brigada de información, según informa Efe. El objetivo es  determinar si hay  contacto «directo» y «personal» entre la izquierda abertzale y los okupas, tal y como ocurrió en el pasado, por lo que «habrá que esperar a que termine la investigación», dice la portavoz de la Policía,  Ana Cambóm.

Según Efe, Agustín Toranzo, uno de los activistas que estuvo en el zulo, colaboró con el etarra Urrusolo Sistiaga en los incidentes de Las Giraldillas (Mundial de Atletismo de 1999 en Sevilla),  aunque no fue detenido por ello. La Policía ni confirma ni desmiente y el movimiento okupa exige una rectificación.

Casas Viejas reta a la Policía a acusarles «formalmente». Su portavoz, José García, achaca el anuncio de la investigación a que los agentes se sienten «dolidos» por  los incidentes de la pasada semana.

Querella policial

Pero las protestas continúan. Desde las 10 h de ayer dos escaladores, miembros de Casas Viejas, permanecen en el puente del V Centenario a 120 m de altura con una pancarta: «Casas Viejas resiste». Con víveres para cinco días y sacos de dormir. Estarán allí «indefinidamente» para pedir la retirada de los cargos contra los compañeros que se han resistido «dignamente». Acusan a Policía y Bomberos de torturas. Los agentes recopilan pruebas para querellarse.