El joven Billy Elliot no quería boxear, tal y como hacían los hijos de los demás mineros del condado de Durham. Por eso, se cambiaba los guantes por las zapatillas de ballet e iba a escondidas de su padre a las clases de la señorita Wilkinson. Cada giro, cada salto y cada pose le servían al chico para canalizar la rabia de no sentirse comprendido en su pequeño mundo.

Con la misma ilusión con la que Billy se ponía las bailarinas, seis jóvenes intérpretes le dan vida en el musical Billy Elliot, la nueva gran producción del Broadway español basada en la película británica del año 2000, que se representa en Teatro Nuevo Alcalá de Madrid.

Pablo Bravo, Pau Gimeno, Cristian López, Miguel Millán, Óscar Pérez y Diego Rey llevan dos años recibiendo todo tipo de formación para lograr armar una obra "impensable hace unos años", en palabras de los productores, SOM Produce. "Nos decían que en España no había ese talento, que no se podía crear, pero lo hemos conseguido", agregan.

El listón estaba alto: Billy Elliot es el musical más galardonado de la historia, con más de un centenar de premios. La producción original, estrenada en Londres, se mantuvo durante 12 años en cartel y actores como Tom Holland (el nuevo Spider-Man) se dieron a conocer interpretando al joven bailarín.

La producción del musical en España ha supuesto una inversión de más de 5 millones de euros, que se traduce en un equipo de 180 personas dedicadas íntegramente al proyecto. Estas cifras de vértigo están dirigidas por David Serrano, realizador de películas como Días de fútbol o Tenemos que hablar y guionista habitual de musicales como Hoy no me puedo levantar.

Serrano, que se considera "como un padre y un hermano mayor" de los sesenta niños que participan en el casting de la obra, asegura que Billy Elliot "es el musical más bonito que he visto en mi vida. Cuando me propusieron traerlo a España, no pude decir que no".

Serrano también ha adaptado el libreto y las canciones, compuestas por Elton John. "Fue un trabajo muy exigente pero el resultado ha sido fantástico", destaca. El cantante británico se encargó de hacer el musical tras ver la película en el Festival de Cannes y quedar maravillado.

Entre el elenco adulto aparecen Natalia Millán, Adrián Lastra, Mamen García y Carlos Hipólito, que cuenta a este periódico que compartir escenario con los pequeños "no ha sido nada difícil. Cuando trabajas con unos jóvenes como estos, que han estado trabajando muy duro y se han ganado a pulso estar aquí... ha sido maravilloso".

Mientras nos cuenta esto, Miguel Millán y Diego Rey, dos de los Billys, sonríen nerviosos. Los jóvenes protagonistas no se cortan y confiesan que el proceso de ensayos "ha sido duro. Llegaba a casa tarde y tenía que estudiar, hacer deberes... Es un poco lioso pero, si te organizas, lo puedes hacer bien", apunta Miguel. "Hemos hecho mucha piña, nos llevamos genial entre los demás Billys, han sido muy buenos compañeros", agrega Diego.

"Con los pequeños actuamos como con los demás compañeros, de tú a tú –destaca Hipólito–. El jefe de todos es David Serrano, pero los adultos no hemos aspirado a ser maestros de nadie. Al revés, aprendo más de ellos que ellos de mí".

Desde su estreno el pasado 5 de octubre, han colgado el cartel de "no hay entradas" en la gran mayoría de representaciones. Para sus productores, Billy Elliot "tiene un espíritu de permanencia en Madrid".

Solo el tiempo dirá si esta producción de proporciones faraónicas resiste en cartel, tal y como hizo la versión original, pero lo cierto es que esa obra demuestra que la escena española no le tiene nada que envidiar a los grandes templos del teatro musical de todo el planeta. Gracias, en gran parte, a estos seis Billy Elliot repletos de ilusión y talento.