La actuación medioambiental de control y seguimiento se llevará a cabo hasta finales de primavera en distintas localizaciones como rotondas, parques y jardines públicos, centros educativos, entornos de guardería y pistas deportivas, paseo marítimo, calles y urbanizaciones de los cuatro núcleos del término municipal.

La campaña comenzará por los centros educativos y zonas escolares en las que existe presencia de pinos, como medida de precaución ante el riesgo de contacto con los escolares. Asimismo, han recordado que las procesionarias pueden producir reacciones alérgicas, erupciones cutáneas e irritaciones en las fosas nasales, entre otros síntomas.

El alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, ha destacado "la necesidad de actuar de forma preventiva durante los próximos meses para controlar y frenar la expansión de la plaga de las procesionarias".

"Con esta acción buscamos extremar las precauciones necesarias para evitar posibles incidencias que afecten a nuestra comunidad", indica el regidor.

Por su parte, Gómez ha explicado que "la acción preventiva contra esta plaga en los pinos se realiza en la época otoñal para erradicar la población de orugas procesionarias antes de que finalicen su ciclo durante la primavera". Una de las medidas para erradicar esta plaga será la de contemplar en el próximo Plan de Arbolado la no plantación de pinos.

El tratamiento que se está utilizando en el municipio por parte de la Empresa Municipal Emviria es la aplicación de un producto fitosanitario autorizado para su uso en parques y jardines por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que carece de toxicidad para seres humanos y animales domésticos y actúa de manera eficaz.

El concejal ha explicado que "el producto se enmarca dentro de una acción biológica, ya que utilizamos una bacteria que se disuelve en agua y la aplicamos en las copas de los pinos, por lo que la oruga ingiere el producto y mure en un plazo de dos a tres días".

En los casos de propiedades privadas, Emviria contactará con los propietarios de aquellas parcelas en las que se detecte la presencia de la oruga procesionaria para asesorarles sobre los métodos y formas de actuación para su erradicación.