Las principales autoridades de la ciudad se han concentrado esta mañana en la puerta del Palacio de la Asamblea para mostrar su repulsa ante el último atentado de la banda terrorista ETA, en el que murió un guardia civil y se hirió a otro de gravedad. Entre otros estuvieron presentes el propio presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el delegado de Gobierno, José Fernández Chacón, además de una multitud de ciudadanos.

El silencio de cinco minutos sirvió como símbolo del tajante rechazo a la violencia de la banda armada. Tras este tiempo, las personas allí congregadas rompieron en un fuerte aplauso como muestra de apoyo a los familiares de las víctimas.

Muestras de rechazo

Por su parte, Imbroda transmitió un mensaje contundente a la vez que expresaba sus condolencias. “Deseo que pronto se detenga a los responsables y que cumplan la condena íntegra”, comentó, para añadir finalmente que desea que “no vean más la luz del día entre las rejas de la prisión.”

El delegado de Gobierno apostó por la unidad de los demócratas, manifestando que “juntos derrotaremos a esta lacra execrable que es el terrorismo de ETA”.

Las personas afectadas por otros atentados a guardia civiles quisieron también pedir la unidad y la contundencia necesaria para combatir a los terroristas. Tal fue el caso de una madre cuyo hijo fue asesinado a manos de ETA: “Que toda postura política sea defender el derecho a la vida. Por ello, pido justicia, fortaleza y unión”.

Con este gesto, el pueblo de Melilla demostró, una vez más, su postura ante uno de los problemas que más une a los ciudadanos tanto de la ciudad como del resto del territorio español.

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