Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, la directora general del Institut de les Dones, Maria Such, ha destacado que representan el 48,9 por ciento de la población en estas zonas, donde ejercen "funciones de vital importancia para el mantenimiento de la sociedad en el territorio, aunque pasan con frecuencia inadvertidas", informa la Generalitat en un comunicado.

La realización de este estudio supone cumplir una de las medidas recogidas en el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista, que recoge el compromiso del Consell a prestarles asistencia e información y "especialmente en los casos de maltrato", ya que en estas zonas "es más difícil acceder a los recursos" de ayuda y de denuncia.

Desde Igualdad subrayan la importancia de este acuerdo suscrito por instituciones, partidos políticos y sociedad civil, al tiempo que apelan a que la ciudadanía se adhiera a través de la web www.sumatalpacte.com, "independientemente de si viven en la costa o en el interior".

Such ha señalado al respecto que "históricamente, las mujeres rurales han vivido y trabajado mayoritariamente en los negocios y empresas familiares, sin que en muchas ocasiones esta tarea les haya reportado remuneración, derechos sociales o identidad profesional". Esto les ha "condenado a una situación de invisibilidad, en la que han padecido todos los inconvenientes de trabajar y casi ninguna de sus ventajas".

Ante esta situación, el departamento que dirige Mónica Oltra veía necesaria la elaboración de un estudio que permita contar con un mapa general sobre la situación de estas mujeres. El objetivo, "visibilizar la discriminación de la que son objeto y poner en marcha nuevas acciones que contemplen medidas para combatir las desigualdades de género", además de "garantizar el desarrollo sostenible del medio rural".

El análisis pretende servir de base para impulsar políticas que fomenten "la autonomía de las mujeres como sujetos activos y agentes de cambio y de desarrollo" y que propicien "un trato más equitativo" con los hombres, "permitiendo que se compartan la asunción de responsabilidades, tanto en el ámbito público como en el privado".

EMPODERAMIENTO Y CONCILIACIÓN

Las mujeres rurales -ha defendido la directora general- deben ser "un eje básico en la construcción de un nuevo concepto de desarrollo, fundamentado en un cambio paulatino de actitudes y valores". Para ello, ha incidido en la importancia de trabajar en su "empoderamiento", así como en el fomento de su autonomía económica y su participación política en el ámbito rural.

Para Igualdad, esta labor debe ir acompañada de "un impulso de la conciliación y la corresponsabilidad" y en acciones que permitan avanzar en "eliminar las barreras de salida de la violencia de género, con medidas de rechazo social a cualquier tipo de maltrato contra las mujeres".