Hasta ahora el Aeropuerto contaba con el sistema ILS en categoría 3, seguirá con él, pero con mejoras tecnológicas. Esto mejorará la operatividad, la fiabilidad del equipo, dará mayor estabilidad a la señal emitida por los radiantes, gastará menos energía y tendrá sistemas de autocomprobación y menos interferencias.

Para hacer el cambio, que supondrá una inversión de medio millón de euros, se precisa desconectar durante dos meses el sistema, tiempo durante el que trabajarán otros mecanismos con que cuenta la terminal y se combinan con el ILS para facilitar el aterrizaje con niebla.

"Hemos tratado de evitar los periodos con más niebla, según las estadísticas, y los de mayor actividad", ha indicado San Martín, que ha dicho que los trabajos comenzarán el 23 de octubre. Ha recordado que "en los últimos años la incidencia de niebla ha sido reducida" y que con el nuevo sistema "estaremos al nivel máximo, todo lo que la tecnología permite".

San Martín ha destacado el buen momento que vive la terminal asturiana. "Estamos creciendo, el tráfico se está comportando bien y ha sido el mejor verano de la historia desde que se inauguró. La tendencia es seguir", ha indicado.

En el Aeropuerto de Asturias se están acometiendo actualmente actuaciones en el campo de vuelo, que son necesarias para conseguir su certificación, valoradas en 1,6 millones de euros. Y están por empezar otros trabajos de regeneración de la pista (2,5 millones de euros) y de adecuación de terrenos y corrección de obstáculos en su entorno (800.000 euros).