La actriz Angelina Jolie es Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados) y en ese papel se le ha podido ver visitando campos de refugiados en países en conflicto y pronunciándose en contra de decenas de injusticias. Su última película como directora, Se lo llevaron: Recuerdos de una niña de Camboya, denuncia el régimen de terror de los Jemeres Rojos.

Pero eso tan sólo es una pequeña muestra de la predisposición de la actriz para combatir las injusticias: en 2012 aceptó hacer de cebo para que se pudiera detener a Joseph Kony, un señor de la guerra que operaba en Uganda y que ha sido acusado de todo tipo de crímenes, como el secuestro de niños y niñas para convertirles en soldados o esclavas sexuales, además de múltiples asesinatos.

Según un informe publicado en The Sunday Times, el ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional pidió a Angelina Jolie que acudiera a una cena a la que se invitaría a Kony, con el fin de atraerle y que saliera de su escondite, y durante la velada sería detenido.

La filtración de las comunicaciones de Ocampo han demostrado que tenía toda una legión de famosos de Hollywood y otras personalidades a las que utilizaba para apoyar o colaborar en sus campañas y políticas.

En el caso de Jolie, se la eligió por su capacidad para atraer a Kony, a pesar de que la actriz le había criticado públicamente tiempo antes, afirmando que era "una persona extraordinariamente horrible" y que no tendría problema en golpearle si estuvieran en una habitación a solas.

Según los emails que se han filtrado, Jolie aceptó acudir a esa cena, donde una unidad de soldados de las Fuerzas Especiales en la República Centroafricana se encargaría de detener a Kony mientras la actriz cenaba con él. Incluso se llegó a especular con que asistiera también a la cena Brad Pitt.

Sin embargo, el plan nunca llegó a ejecutarsey de hecho, Kony sigue libre y en busca y captura. Joseph Kony, líder del Ejército de Resistencia del Señor, reclutó aproximadamente a 20.000 niños a finales de los años 80 para mantener su rebelión religiosa.