La llegada del otoño puede alterar el estado de ánimo por la disminución de horas de luz y el descenso de temperaturas

  • La Consejería de Salud, a través de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones, aconseja seguir algunas pautas para prevenir la astenia otoñal, un síndrome que puede afectar a algunas personas a causa de la disminución de las horas de luz.
Hojas Caídas En Otoño
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EUROPA PRESS
Hojas Caídas En Otoño

El otoño comenzó el pasado 22 de septiembre y esta estación conlleva una disminución de las horas de sol, además de una ligera bajada de las temperaturas. Ello, unido a la incorporación a la rutina y obligaciones diarias, puede generar astenia otoñal, que generalmente desaparece al cabo de unos días.

Ente los síntomas asociados a la astenia otoñal se encuentran el cansancio, la apatía, el mal humor o la falta de sueño. También se da falta de interés por realizar actividades que antes resultaban atractivas, tristeza, apatía o hipersomnia (necesidad de dormir demasiado), problemas de concentración, irritabilidad, mal humor y, en algunos casos, trastornos de la alimentación.

El director general de Salud Pública y Adicciones, José Carlos Vicente, destaca que la prevención es esencial para hacer frente a la posible alteración del estado emocional

por el cambio de estación, por lo que "se aconseja exponerse al sol al menos diez minutos al día y realizar regularmente algún tipo de actividad física".

Otros recursos que ayudan a superar esta fase de adaptación a la nueva estación y prepararse para el invierno son "dormir las necesarias para estar descansados y adaptarse a las horas de luz solar". También se recomienda "seguir una dieta equilibrada en la que abunden frutas y verduras y buscar ocio compartido con familia y amigos", indicó el director general.

Vicente recordó la importancia de la cronobiología en nuestros hábitos diarios. Precisamente el descubrimiento de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano ha merecido esta semana el Nobel de Medicina de 2017.

Dado que el cambio de estación es muy gradual en la Región, la adaptación se hace de forma paulatina. No obstante, "como respuesta del organismo a los cambios medioambientales se alteran los biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño y ello puede afectar negativamente al estado de ánimo", añadió el director general.

La principal responsable de estas alteraciones es la melatonina, una hormona encargada de regular el sueño o la temperatura corporal. Su producción aumenta con la reducción de la luz solar y este incremento provoca una bajada de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de mayores niveles de melatonina y menores de serotonina es la aparición de la apatía, el cansancio, la somnolencia o la tristeza.

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