000 kilómetros en bici, 1.000 corriendo y 130 nadando para preparar un reto a favor de la esclerosis múltiple

  • El profesor y deportista vallisoletano Abraham del Caño está a una semana de participar en el Ironman de Gandía. Una prueba que él ha convertido en un reto emocional y solidario. El emocional lo pone su hermano Jairo, diagnosticado de esclerosis múltiple hace cuatro años, y que ha tendido un puente a la vertiente más solidaria de este desafío. Su esfuerzo por dinero y todo para la Asociación de Esclerosis Múltiple de Valladolid.
Valladolid.- Abraham y su sobrino poco antes de presentar el proyecto
Valladolid.- Abraham y su sobrino poco antes de presentar el proyecto
ASOCIACIÓN ESCLEROSIS MÚLTIPLE DE VALLADOLID
Valladolid.- Abraham y su sobrino poco antes de presentar el proyecto

"Fue en un concierto de Mago de Oz cuando mi hermano me soltó la bomba de su enfermedad", relata el vallisoletano a Europa Press. La noticia la fue asimilando "poco a poco" y se convirtió en el germen de lo que hoy es el proyecto Ironbram. "Me dije que en cuanto alcanzara un poco de estabilidad en el plano laboral y tuviera algo más de tiempo tendría que hacer algo en favor de la enfermedad y en octubre comencé a prepararlo", continúa.

Del Caño, que compitió hasta aficionados en ciclismo y llegó a ser campeón de España en pista, se pasó al triatlón hace ya varios años y quiso vincular su reto con este deporte. De ahí que decidiera hacer un Ironman, la distancia más dura de esta modalidad deportiva. "Hasta ahora había competido en distancias menores, sprint y olímpico, y quería hacer algo que supusiese un mayor esfuerzo por eso me decidí por hacer un ironman", puntualiza.

Se trata, como él reconoce, de "cambiar esfuerzo por dinero", de ahí que a principios de año abriera una web, ironbram.com, en la que explicaba su proyecto y a través de la que todo el que quiera colaborar puede hacer donaciones que irán destinadas a los cerca de 800 vallisoletanos que padecen esta enfermedad. "Mi objetivo, en este sentido, es llegar a los 4.000 euros para comprar una silla", reconoce para asegurar que con las últimas rifas solidarias, en las que están participando ciclistas como Óscar Pujol y Carlos Verona, y a medida que se acerca la fecha del reto las aportaciones están "subiendo" y va a estar "muy cerca" de conseguirlo.

Al margen de este objetivo, Abraham del Caño se ha puesto otro, bajar de las diez horas. "Creo que la ocasión lo merece y ese es un compromiso añadido que me he impuesto", puntualiza. Para lograrlo lleva ya más de 10.000 kilómetros recorridos desde enero en bicicleta, 1.000 corriendo y 130 nadando. "Ha sido duro compatibilizar trabajo con los entrenamientos, pero ya estamos en la recta final", analiza.

Sus sensaciones a una semana de la prueba son "buenas", aunque reconoce que la difusión del proyecto, en el que colaboran Decathlon, Calibix, Spiuk y el bar Lord de Valladolid, y su trabajo como profesor están haciendo que esta recta final sea un "poco complicada".

Del Caño asegura que está instalado en una "montaña rusa" emocional en los últimos días, con fases en las que está "a tope" y otras en la que le entran "dudas". "Afronto la prueba con el colchón de seguridad que me proporciona los entrenamientos que he hecho y los ánimos de toda la gente que está empujando detrás", admite.

Gandía le espera con sus 3.8 kilómetros de natación, los 180 de bicicleta y los 42 corriendo. Aun así, lo más importante, que es dar visibilidad a una enfermedad como la esclerosis ya lo ha conseguido.

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