El hombre que ha entrado armado presuntamente con una bomba en la oficina electoral de Hillary Clinton en la localidad de Rochester, en el estado de New Hampshire ha dejado salir a los tres rehenes que mantenía retenidos, según la cadena CNN.

Cuando el individuo irrumpió en la oficina electoral, en ella estaban varias personas, incluida una mujer con un bebé a la que el hombre permitió salir del recinto.

Al parecer, fue la mediación de un experto policial en este tipo de situaciones el que convenció al secuestrador de la conveniencia de liberar a los dos rehenes y solventar el incidente sin derramamiento de sangre. De momento no ha habido heridos.

Ahora, la Policía intenta evitar que el secuestrador haga estallar la presunta bomba que, según afirma, tiene adosada a su cuerpo.

Los agentes han acordonado la zona y han evacuado un colegio cercano.

El secuestrador se llama Troy Stanley, tiene 40 años , se divorció recientemente y tiene alteradas sus facultades mentales. Reside también el la ciudad de Rochester, donde viven unas 31.000 personas.

Entre las peticiones del agresor está mantener una conversación personal con Hillary.

La aspirante a la candidatura presidencial demócrata no se encontraba en la oficina en el momento del suceso, ya que está en Viena, en el estado de Virginia, participando en una jornada electoral junto a otros aspirantes demócratas.

Al enterarse de la noticia, Hillary ha suspendido todas las actividades que tenía previstas.