Dos especies de aguilucho, cenizo y pálido nidifican, en los campos de cereal de buena parte de Navarra. El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno foral en colaboración con los agricultores lleva a cabo la protección de los nidos que se detectan de ambas especies para minimizar las afecciones en las épocas de cosecha.

La colaboración de los agricultores con las demarcaciones de Guarderío Forestal y los técnicos del Departamento es esencial para la detección de los nidos. En la última campaña cerealista, se han localizado 36 nidos de aguilucho. 28 de ellos se han protegido con cercones de malla. En 18 de los nidos protegidos los aguiluchos se han reproducido con éxito.

En 2017 se han adquirido nuevos sistemas de protección. Se trata de cercones de malla con forma hexagonal que se colocan protegiendo al nido. El objetivo es testar este método de protección frente a otros tradicionales ya empleados, para determinar su eficacia, según ha informado el Gobierno foral en una nota.

La utilización de cercones para proteger los nidos de aguilucho se muestra como un método adecuado pero hay que establecer unas condiciones de colocación para su optimización. Por ejemplo: no marcar senda de entrada al nido; mantener las bolas de naftalina alrededor del cercado para ahuyentar a los predadores; colocar el cercado con pollos de más de una semana o asegurar que dentro del cercón hay cobertura suficiente para que se refugien los pollos y colocación de estructuras sencillas pero que dificulten la entrada de los zorros.

Pocas rapaces hay tan ligadas a las actividades humanas como el aguilucho cenizo, una especie que, en nuestro territorio, depende estrechamente de las grandes extensiones cultivadas de trigo y cebada, donde, instala los nidos, ha añadido el Ejecutivo. A cambio de alojarse en los cultivos del hombre, el aguilucho cenizo elimina ingentes cantidades de topillos, ratones, langostas y aves granívoras, que constituyen sus presas habituales.

Los nidos de estas rapaces resultan destrozados por las cosechadoras, ya que la época de siega coincide con la presencia de los pollos en los nidos.