El PAR ha alertado de la situación de "extrema fragilidad" de la ganadería extensiva en Aragón, apostando por mejorar el sector. Ha pedido al Ejecutivo regional que "no deje pasar el tiempo sin hacer nada", observando que cada vez se dan de baja en esta actividad más ganaderos, lo que genera una "inquietud creciente".

En la iniciativa, el PAR insta a elaborar el plan mencionado para fomentar esas razas y los sistemas extensivos de producción bajo parámetros de respeto al entorno natural y al bienestar animal, así como realzar los productos derivados, "apoyando por igual todas las producciones", lo que se debe traducir en un "apoyo directo" a los profesionales, "que mantienen un patrimonio genético aragonés con gran potencial estratégico para diferentes situaciones futuras, como el cambio climático". Contribuiría a crear marcas agroalimentarias de calidad, ha apuntado Guillén.

También recomiendan mejorar las infraestructuras y estructuras destinadas a la atención del ganado extensivo, tales como vallados, mangas, puntos de agua, cabañas o refugios, "básicas para el buen manejo del ganado con comodidad".

AYUDAS

Otra propuesta es establecer una partida económica en los Presupuestos autonómicos de 2018 y un sistema de ayudas para la contratación de pastores o vigilantes de ganado destinado a agrupaciones de ganaderos de extensivo, como ya se realiza en Francia, con el fin de favorecer la creación de empleo en el medio rural.

Lucía Guillén ha solicitado, asimismo, que el Ejecutivo regional cree un sistema de ayudas económicas por los servicios medioambientales que presta el sector, en alusión al mantenimiento de pastizales, matorrales y bosques, la prevención de incendios forestales, la producción de agroalimentos de primera calidad y la contribución al mantenimiento de la fauna silvestre.

Además, el PAR pide que se elabore un estudio de los pastos de montaña para conocer las cargas de pastoreo óptimas para mantener los ecosistemas y, posteriormente, desarrollar un sistema de control autonómico del aprovechamiento de los pastos de montaña que permita exigir que la carga ganadera de cada municipio de montaña se acerque, en lo posible, a la carga de pastoreo óptima para evitar situaciones de infrapastoreo.

Este control evitaría situaciones como la exclusión de ganaderos cuyas explotaciones están próximas a los pastos en beneficio de empresas "que luego ni siquiera traen a los animales a pastar".

La iniciativa del PAR incluye la petición de formar a los ganaderos en el CITA para mejorar la rentabilidad de las explotaciones y que el Gobierno regional reconozca la ganadería extensiva como una "actividad esencial" para el futuro del territorio aragonés.

RETROCESO

En rueda de prensa, Lucía Guillén ha alertado del retroceso de esta actividad, al indicar que ha caído un 60 por ciento en los últimos 20 años, al pasar de 8.613 explotaciones en 1995 a 3.392 en 2015, perdiéndose la mitad de las cabezas de ganado ovino en el mismo periodo de tiempo, de 3,4 millones a 1,7.

"Esta disminución tiene consecuencias muy negativas" al intensificarse la despoblación y reducirse la biodiversidad, al tiempo que aumenta el riesgo de incendios en los montes. Por eso "hay que hacer una apuesta fuerte para garantizar la supervivencia de este sector y el futuro de muchas zonas de Aragón", ha aseverado Guillén.

Las Cortes de Aragón aprobaron por unanimidad, el 22 de noviembre de 2016, una iniciativa similar a propuesta de la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (ADELPA), pero "no se ha dado cumplimiento en su totalidad".