Más de 7.000 menores asturianos se levantan cada mañana con la cama mojada. Según datos aportados por la Asociación Española de Pediatría, un 10% de los niños de entre 5 y 16 años padecen enuresis monosintomática primaria. Es decir, sufren pérdidas involuntarias de orina mientras están durmiendo. De ellos, el 77% son varones y el 23%, mujeres.

La enuresis es una enfermedad causada muchas veces por situaciones de estrés, como puede ser la separación de los padres o el nacimiento de un nuevo hermano. De ahí que normalmente se solucione de forma espontánea con el paso del tiempo.

No obstante, el urólogo pediátrico del Hospital Central de Asturias, Carlos Gutiérrez, resalta que entre un 1% y un 3% de los enfermos llegan a la edad adulta con este problema. Pero pese a la elevada incidencia que la pérdida de orina tiene en los niños asturianos, esta enfermedad no está incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública. «No existe una guía ni un protocolo al respecto», critica la presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria en Asturias, Begoña Domínguez.

En cuanto al tratamiento, Gutiérrez indica que uno de los más efectivos son las alarmas nocturnas, una especie de sensor que avisa y despierta al niño cuando tiene la vejiga llena.

4 preguntas sobre... la enuresis

1.- ¿Por qué se produce la pérdida involuntaria de orina en los niños?

Entre los principales factores está el genético. También el estrés puede derivar en enuresis.

2.- ¿Cómo deben actuar los padres?

Lo primero que deben hacer cuando detecten el problema en sus hijos es acudir al pediatra para descartar otro tipo de problema más serio. Los expertos recomiendan no regañar a los menores.

3.-  ¿Tiene cura?

Es una enfermedad que puede curarse con el tiempo, pero muchas veces no se resuelve en el momento adecuado y puede generar un impacto emocional negativo en el niño. Por eso es importante hacer un diagnóstico precoz.

4.-  ¿Cuál es el tratamiento más recomendado?

El 89% de los pediatras recomiendan combinar las medidas higiénico-dietéticas con las farmacológicas.