Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, los detenidos, a los que se atribuyen más de una docena de robos, actuaban de noche y aprovechaban que las ventanas y balcones estaban abiertos para introducirse en las viviendas mientras los moradores descansaban.
La Guardia civil inició la investigación tras varias denuncias por robos en el interior de domicilios con sus moradores dentro, llegando incluso a haber forcejeos entre sospechosos e inquilinos al ser sorprendidos los primeros en el interior.
Estos hechos crearon en la localidad una gran alarma social entre los vecinos, ya que entre los meses de julio y agosto se llegaron a producir más de una docena de robos, sustrayendo joyas, cartillas de ahorro, dinero, teléfonos móviles y otros efectos de valor.
Tras una intensa labor de investigación y diversas pesquisas, la Guardia Civil consiguió identificar y con ello desarticular el grupo criminal, formado por cuatro varones vecinos de localidad, recuperando numerosos efectos sustraídos, así como documentación bancaria y personal de las víctimas.
Igualmente, los agentes intervinieron en los registros domiciliarios dos armas largas, una escopeta repetidora semiautomática del calibre 12 y un rifle.
Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, decretándose para los dos principales autores el ingreso en prisión.
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