Sarah Moon: la imagen como un ejercicio de nostalgia

  • El Museo Patio Herreriano de Valladolid exhibe la retrospectiva 'Sarah Moon: Now and Then', dedicada a esta veterana fotógrafa francesa.
  • Su carrera despegó en los años 60 realizando trabajos para firmas como Chanel, Dior, Comme des Garçons y Cacharel.
  • Con claras referencias pictóricas y un carácter introspectivo, sus imágenes son todo un ejercicio de nostalgia y un homenaje a la fotografía antigua.
Sarah Moon. Fashion 11, Yohji Yamamoto, 1996 © Sarah Moon
Sarah Moon. Fashion 11, Yohji Yamamoto, 1996 © Sarah Moon
SARAH MOON
Sarah Moon. Fashion 11, Yohji Yamamoto, 1996 © Sarah Moon

"Muy a menudo me digo: Me gustaría hacer una foto donde no ocurriera nada. Sin embargo, con el fin de eliminar, tiene que haber algo para empezar. Para que nada suceda, primero tiene que pasar algo". Quien así habla es Marielle Hadengue, más conocida artísticamente como Sarah Moon (Vichy-Francia, 1941). Saltó a la fama en la década de los 60 como modelo de Helmut Newton, Irving Penn o Guy Bourdin y con el cambio de década decidió ponerse al otro lado de la cámara para mostrar su personalísima visión del mundo.

Su estilo no se parecía al de ningún otro colega de profesión y supo mostrar a las mujeres desde un ángulo muy particular. Al inicio de su carrera su nombre se vinculó a la moda. Primero a la firma Biba, poco después llegaría Cacharel y más adelante Chanel, Dior, Comme des Garçons y Sonia Rykiel. Publicó en todas las cabeceras de referencia: Vogue, Elle, Marie Claire, Harper's Bazaar... destacando por la creación de escenografías y la complicidad con las modelos.

Esta etapa puramente comercial termina en 1979 cuando la fotógrafa empieza combinar esta faceta con obras artísticas y más introspectivas. Su trabajo se inspiró en el expresionismo alemán, en el cine de los años 30 o el trabajo de artistas plásticos como Delacroix e hizo referencias constantes a temas como la memoria, la muerte, la infancia, la feminidad y la soledad.

Muy característico del 'estilo Moon' es el recurso de estropear, rayar o ennegrecer las imágenes para lograr el efecto de foto antigua. En el laboratorio utilizaba técnicas manipulativas de la imagen como la solarización o el virado al sepia, además de realizar fotos en Polaroid. A pesar de ello, siempre se ha mostrado reacia al retoque digital porque dice que la belleza no lo necesita.

Viraje a la fotografía artística

En 1985 su vida sufre otro giro en lo profesional y personal: se casa con el editor y comisario de exposiciones francés Robert Delpire y dedice concentrar sus esfuerzos en su galería y sus exposiciones. Sus fotografías, que se han podido ver en instituciones como el Internationall Center of Photography de Nueva York, la Maison Européene de la Photographie de París, el Museo de Arte Contemporáneo de Kyoto y el Royal College of Art en Londres, llegan estos días al Museo Patio Herreriano de Valladolid, donde bajo el título Sarah Moon: Now and Then podrán verse hasta el próximo 5 de noviembre.

"Sus instantáneas nos hacen recorrer la historia del arte sin que seamos capaces de definir sus referencias. Allí están los paseantes que se cruzan en nuestro camino como en el famoso poema de Baudelaire, las mujeres pájaro que conocemos de las obras surrealistas de Max Ernst, las bailarinas como las pintaba Degas, mujeres salidas de las litografías de Toulouse-Lautrec, estatuas que al igual que la Venus de Ille comienzan inquietantemente a moverse", dice la experta en moda Barbara Vinken en un texto que define el trabajo de Moon a la perfección. Dejémonos llevar por este viaje en el tiempo.

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