Las calles de Sevilla se encuentran prácticamente limpias de coches abandonados. Un año y medio después de su puesta en marcha, la Oficina de Vehículos Abandonados ha logrado retirar 2.000 vehículos, prácticamente la totalidad de los que el Ayuntamiento tenía detectados.

Sólo a lo largo de este año ha eliminado de los barrios casi 1.500, el triple que la retirada efectuada antes de crear esta oficina (unos 500 al año).

Con este barrido de vehículos han logrado mejorar la imagen de las calles de la ciudad y la limpieza. Y es que estos automóviles generaban suciedad e inseguridad.

De hecho, Lipasam ha podido comprobar que algunos se habían convertido en basureros, otros eran utilizados por drogodependientes, en otros dormían indigentes e, incluso, se usaban para ejercer la prostitución.

Las zonas donde más se ha actuado: Triana-Los Remedio y Gavilanes-Este.

Además de todos los retirados, se han abierto 1.944 expedientes y, por primera vez, se han tramitado 1.221 denuncias contra propietarios por abandonarlos.

Esta oficina también ofrece a los sevillanos retirar a coste cero el vehículo viejo en 72 horas para evitar los abandonos. Este servicio ha sido utilizado por 375 vecinos este año.

Beneficios para el medio ambiente

La retirada y gestión de estos 2.000 vehículos han traído a su vez beneficios para el medio ambiente. Con ellos se ha podido recuperar, tratar y reciclar 7.000 litros de aceites de vehículos, 20.750 kg de plomo y ácido de baterías, 3.500 litros de anticongelante, 8.300 neumáticos y 1.625.000 kg de chatarra.

Otro cometido

A partir de ahora la oficina tendrá otro cometido más. Se encargará de retirar las cubas ilegales y las que incumplan la ordenanza.

Así, todas aquellas que no se retiren durante los fines de semana en el Casco Antiguo (tal y como establece la norma) serán quitadas por Lipasam.

Al igual que cualquier vecino puede denunciar los coches abandonados a la oficina, también lo podrá hacer con las cubas en el teléfono 902 459 954 o en el e-mail: vehiculosabandonados@lipasam.es.

El año pasado, el servicio de inspección de Lipasam levantó 816 denuncias por incumplimiento de la ordenanza por parte de los contenedores de obras, de las que 242 correspondieron a cubas que permanecían en las calles del Casco Antiguo entre las 12 del sábado o las vísperas de festivo, hasta las 7 del lunes o siguiente día hábil.