Varios cientos de militares, algunos de ellos armados, marcharon por las calles de Makati, el centro financiero de Filipinas, para exigir la dimisión de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, según han indicado testigos. Los soldados, al parecer amotinados, fueron escoltados por varios camiones, y sus movimientos son seguidos por helicópteros.

El Gobierno filipino ha ordenado detener a los dos oficiales del Ejército que han encabezado la marcha de decenas de personas, entre ellas de soldados armados, para exigir la dimisión de la presidenta, a quien acusan de corrupción.

Los líderes, el general Danilo Lim y el ex oficial del Ejército y senado Antonio Trillanes, se encuentran en un hotel de Makati, el distrito financiero de Manila, donde han celebrado una reunión con políticos y obispos de la Iglesia Católica, con el fin de decidir acciones destinadas a despojar del poder a la presidenta.

El Gobierno de Macapagal, que ha resistido ya a dos intentonas de golpe de Estado, es cada vez más impopular a causa de los escándalos por corrupción, y da pesar de que durante su mandato la economía de Filipinas ha registrado un notable crecimiento.

El Consejo de Nacional de Seguridad convocó una reunión de urgencia para abordar la crisis creada por el motín. Norberto Gonzales, asesor jefe de la Presidencia para asuntos de seguridad, declaró a losa periodistas, que Macapagal viaja de regreso a Manila desde la provincia de Laguna, al sur de Filipinas, donde inauguraba una fábrica.