La remodelación del eje Prado-Recoletos presentada el lunes por el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, «puede producir un grave deterioro de los cuadros y pone en peligro» la colección Thyssen-Bornemisza, así lo afirmó ayer la vicepresidenta de la pinacoteca, Carmen Cervera.

En caso de llevarse a cabo la reforma de este paseo, en el que todos los carriles de circulación (cinco) pasarán frente al Museo Thyssen, la baronesa trasladará la pinacoteca «a otro lugar de Madrid con menos tráfico».

Un «desierto» con coches

El plan convertirá la zona delantera del museo «en una autopista que será un desierto con una marea de coches». Ésta no es la primera vez que Tita Cervera tiene un enfrentamiento con Gallardón, contra el que asegura que no tiene «nada personal».

El proyecto inicial del eje Prado-Recoletos tampoco le gustó, ya que suponía la desaparición de más de 700 árboles. En aquella ocasión amenzó con subirse a uno de ellos «con una tartera», y tampoco ahora descarta «alguna movilización». «Lo que no puedo hacer es quedarme tranquila», dijo. A la «presión física» de los cuadros se unirá «la psicológica» que sufrirán sus visitantes por el ruido del tráfico. La baronesa, para quien el Salón del Prado parece diseñado para «niños de Disneylandia», agradeció la colaboración de la Comunidad, que aboga por un túnel.

El ministro de Cultura, César Antonio Molina, entendió «el malestar» de Carmen Cervera y espera que la reforma «no se lleve a cabo sin el acuerdo con el museo».