El pulso de The Funeral, el tema estelar del aplaudido debut de Band of Horses, se rastrea en Is There a Ghost, la canción que abre el segundo álbum de los estadounidenses. Vibrantes y emotivos, se confirman como una banda sólida que sabe explotar sus posibilidades y tiene claro a qué quiere sonar.

En Cease to begin brillan las guitarras porque se entrelazan con la magia, y la voz de Ben Bridwell convence tanto en los momentos álgidos (Cigarettes, wedding bands; Ode to LRA; Islands on the coast) como en los pasajes sosegados (Detlef Schremps) o las canciones con un sabor más americano (The General Specific). Si siguen a disco por año y mantienen el listón, bienvenidos sean.

Okkervil River tienen bastante más recorrido ('The Stage Names' es su quinto disco) y es precisamente la experiencia acumulada lo que les ha ayudado a dar, por fin, con la fórmula maestra. A saber: tres cañonazos en los tres primeros cortes del álbum son suficientes para cazar al oyente primerizo y repescar el interés de los que ya les han escuchado.

Will Sheff está soberbio en Our life ir not a movie or maybe (todas las letras del álbum hablan de cómo vive una banda de rock), una canción que despierta tu curiosidad por saber qué más joyas esconde el disco. Baten su marca con creces.