Los funcionarios de la Administración de Justicia madrileña iniciaron hoy una huelga indefinida que se prolongará hasta que el vicepresidente segundo y consejero de Justicia, Alfredo Prada, se siente a negociar con los sindicatos las mejoras laborales y retributivas de este colectivo, integrado en la región por unos 5.000 empleados públicos.

La jornada de protesta se suma a las secundadas ya los pasados días 7 y 14 de noviembre, aunque la de hoy se mantendrá en los días sucesivos si Prada no muestra voluntad para paliar las graves carencias que sufren los tribunales madrileños, que acogen el 30 por ciento de los asuntos que ingresan en el territorio nacional.

Como en las otras convocatorias, seguidas por un 80 por ciento de los trabajadores, alrededor de 3.000 funcionarios se manifestaron este mediodía, apoyados por los sindicatos CCOO, CSI-CSIF, STAJ y UGT, frente a la Consejería de Justicia para reivindicar la mejora de sus condiciones laborales y retributivas.

Los manifestantes cortaron durante tres horas, desde las 12.00 hasta las 14.00 horas, la  calle de la Gran Vía, provocando con ello importantes atascos en las calles aledañas. En la jornada de mañana, habrá "piquetes informativos" en las sede de los edificios judiciales, que darán lugar a una nueva concentración en el centro de Madrid.

Precariedad laboral

Entre sus demandas, destacan incrementar el complemento específico hasta los 700 euros, aumentar las prestaciones sociales, eliminar la precariedad laboral y solucionar la sobracarga de los registros civiles y los juzgados penales, entre otros aspectos.

"Prada no concreta nada. Sólo hace declaraciones vagas", se quejó Paloma Gómez, una funcionaria de la Audiencia Provincial de Madrid que pertenece al Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ). Gómez subrayó que los trabajadores de la Justicia madrileña son "los peores pagados", pese a ser la Comunidad que más temas judiciales afronta diariamente. "Nos ignoran", añadió.