¿Qué hay que tener en cuenta antes de sumar un perro o un gato a la familia?

  • Un 8% de los 137.000 perros y gatos abandonados en 2016, se vieron en la calle porque sus dueños perdieron el interés en ellos.
  • Meditar a fondo antes de adoptar o comprar al animal es imprescindible, también informarse sobre sus necesidades y características.
  • Una vez decididos a sumar un perro o gato a la familia, es importante saber dónde adoptar o cómo identificar un buen criador.
  • ESPECIAL: 4 de octubre, Día de los Animales.
Los perros pueden escuchar cohetes de forma ocasional prácticamente durante todo el año, lo que desencadena problemas de ansiedad, miedo y fobias que comprometen el bienestar de estos animales.
Los perros pueden escuchar cohetes de forma ocasional prácticamente durante todo el año, lo que desencadena problemas de ansiedad, miedo y fobias que comprometen el bienestar de estos animales.
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Los perros pueden escuchar cohetes de forma ocasional prácticamente durante todo el año, lo que desencadena problemas de ansiedad, miedo y fobias que comprometen el bienestar de estos animales.

Cada 4 de octubre se celebra el Día del Animal para celebrar la vida animal en cualquiera de sus formas. Una celebración que tiene todo el sentido, ya que las ventajas que procura vivir junto a un animal son muchas, está demostrado que acariciarlos reduce la presión arterial, que las malas noticias se encajan mejor a su lado, que nos invitan a llevar una vida más activa, mejoran nuestra autoestima e incluso nos procuran nuevos amigos.  A todo ello se suma el factor, para el que aún no se conocen sesudos estudios pero que resulta fácilmente comprobable, de que las fotos con perro o gato tienen más aceptación en redes sociales.

Pero no todo es buena salud, sonrisas y filtros favorecedores de Instagram, tener un perro o un gato implica una responsabilidad duradera y grande: paseos en invierno cuando fallan las fuerzas, mayores dificultades para encontrar una vivienda en alquiler, más gastos (a veces grandes e imprevistos), adaptar nuestro hogar, nuestros horarios y actividades pensando en ese animal y seguir haciéndolo cuando nuestras circunstancias personales varíen, porque un perro o un gato pueden llegar a vivir entre quince o veinte años y en ese tiempo podemos cambiar varias veces de pareja, de casa, de trabajo, tener hijos o ver cómo esos hijos abandonan el hogar.

Tener un perro o un gato no es algo obligatorio. Debe ser, por el contrario, algo bien meditado. Durante el pasado año, según el estudio de la fundación Affinity que no recoge todos los casos de abandono, fueron recogidos en perreras y protectoras más de 137.000 perros y gatos.  Hay muchas razones: camadas indeseadas, el fin de la temporada de caza, problemas económicos... pero hay demasiados casos en los que se produjo por no haber valorado bien lo que podía suponer abrir las puertas de casa a un animal. Un 8% de esos perros y gatos fueron abandonados por algo tan vacío como que sus dueños perdieron el interés en ellos.

Algo más triste aún. Apenas un 45% de esos 104.447 perros y 33.335 gatos abandonados lograron que otra familia los adoptase.  Siete de cada cien acaban muertos.

Una vez asumido por todos los miembros de la familia que se desea afrontar la responsabilidad a largo plazo que supone, hay que informarse bien de las necesidades de perros o gatos, de cómo se comunican y cómo educarlos.

Igual que es frecuente leer libros durante el embarazo para afrontar la crianza del bebé, es buena idea leer algún buen manual sobre el animal que queremos acoger. Los perros y los gatos  son mascotas tan comunes que hay mucha gente que cree conocer su necesidades, lenguaje y comportamiento, cuando en realidad tienen grandes lagunas, información desactualizada y mitos arraigados.

Y también es preciso meditar sobre qué tipo de perro o gato vamos a sumar a la familia. No es lo mismo ser una pareja joven y activa,  un soltero viajero, una gran familia con varios niños y la agenda hasta arriba o un anciano que pasa mucho tiempo en casa pero con fuerzas mermadas. Para acertar hay que dejar a veces de lado nuestros gustos y pensar en nuestras necesidades, recursos y modo de vida. El perro más bonito puede acabar pareciéndonos muy feo si no encaja con nosotros y genera tensiones y problemas a su pesar, sin tener culpa alguna. Por contra, acabaremos enamorados de un perro que no nos llamó la atención, pero que casa con nosotros.

Los cachorros requieren mucho tiempo y aún más conocimientos para educarlos que adoptar un adulto de buen carácter. Hay razas con demasiada fuerza o que requieren de mucha estimulación o ejercicio, mientras que otras son especialmente delicadas o incapaces de seguir el ritmo a dueños activos. Hay perros de reducido tamaño pero que son muy activos y no es cierto que un perro, por ser de gran tamaño, no pueda vivir felices en un piso pequeño dando breves paseos, aunque hay que tener en cuenta que los perros más grandes también suponen más dinero en alimentación o medicación y más inconvenientes en viajes.

Adoptar es la opción más solidaria. Si acudimos a una buena protectora, una que conozcan bien a sus animales y se tome en serio su labor, nos podrán asesorar para dar con nuestro compañero ideal.

Si lo que queremos es comprar un cachorro de una raza determinada, hay que tener muy presente que los perros o gatos son individuos más allá de integrantes de una raza y que no nacen educados. Dicho de otra manera: no por comprar un cachorro de labrador vamos a tener uno de los maravillosos perros de asistencia que vemos por las calles y hay labradores que tiran con fuerza de la correa, que son muy cabezotas e incluso un pelín pendencieros, por muchas generalidades que digan los libros y webs sobre esa raza.

El asesoramiento en este caso puede venir de los mismos criadores, acercándose a una exposición de la Real Sociedad Canina y hablando con ellos. Estarán encantados de atenderles y explicar los requisitos y carácter de las razas que crían, y también de las enfermedades congénitas de cada raza.

¿Cómo encontrar una buena protectora?

Una buena protectora será aquella que también quiera asegurarse de que ese animal acaba en buenas manos. Esa idea que transmiten equivocadamente series y películas de que llegas a una perrera y te llevas al animal que eliges sin más no se corresponde con la realidad y crea falsas expectativas y decepciones. Es lógico y bueno que las asociaciones quieran asegurarse que el perro o gato que han salvado no repita abandono.  Y sus preguntas pueden servir para hacernos reflexionar sobre si estamos preparados para esa responsabilidad.

En una buena protectora conocerán además a sus animales, su carácter, nombre, necesidades, gustos... Lo que puede suponer una negativa a entregar un animal en concreto si creen que no encaja con el adoptante, pero que es una garantía de que la elección llegue a buen puerto.

También se caracterizan por hacer seguimiento, por entregar a sus animales con pruebas de salud hechas, vacunados (si han alcanzado la edad para ello) y desparasitados. También esterilizados o con compromiso de esterilización si son cachorros.

¿Cómo dar con un buen criador?

Es fundamental, cuando quieres un cachorro, ver cómo el criador tiene a sus perros. Como explica Federico Baudin, criador de bullmastiffs y dueño del perro que protagonizó la película galardonada con un Goya Truman, "si los tiene encerrados en jaulas y no los saca, los cachorros no van a estar bien socializados. Si además no ves que tenga perros mayores con él o tiene un montón de razas o un montón de perros, sabes que esa persona no es la adecuada. Un buen criador no cría más de dos o tres razas, no debe entregar ni separar de la madre a cachorros menores de dos meses y no pondrá pegas para enseñar a los padres".

También informará a fondo sobre los cuidados del cachorro y harán un contrato de compra-venta en el que figuraran el nombre oficial de los padres y su LOE, el nombre oficial del cachorro, sexo y su LOE, el importe a pagar, el nombre y DNI del vendedor y el vuestro. No es conveniente aceptar cláusulas que obliguen a llevarlo a un determinado veterinario.

Es más que probable que, al igual que en las protectoras, hagan muchas preguntas para asegurarse de que el cachorro que ha criado va a parar a una buena familia. Volviendo a Baudin: "Otra de las cosas que te puede ayudar a distinguir cuando un criador es aceptable es cuando alguien es capaz de entregarte un cachorro sin conocerte. Yo, de cada diez personas que quieren un cachorro mío, nueve son “no”".

Y no es posible saber si se ha fomentado el maltrato animal si se ha comprado un perro en una tienda, está absolutamente desaconsejado, por mucho que sea una opción más rápida, fácil y barata, adquirir los llamados 'cachorros de cristalera'.

"Es algo que hay que erradicar de raíz lo antes posible. Un perro no puede estar en un cuchitril encerrado. La inmensa mayoría de los que están en esos sitios provienen de los países del este, y la gente tiene que saber que son perros a kilo de carne viva llegada a España. Los meten en una furgoneta y cuando llegan a España abren y los pesan. A esa gente de esos sitios de vitrina, que no digo que sean todos, pero sí muchísimos, les sale más barato que un bebé se muera que tratarlo con un veterinario. Las vacunas, microchips… casi todo suele ser falso. Un criador medianamente aceptable jamás va a poner a su perro a que sufra el estrés de estar encerrado detrás de una cristalera. Y menos con dos meses", explica el criador.

El ajuar del perro

Dallas es un setter muy bueno y activo que necesita un hogar. Está en la Asociación APAMAG.  (ANDRÉS LÓPEZ)Existe todo un universo, aparentemente en expansión, de productos para perros. Muchos muy útiles, otros no tantos, la mayoría depende de cada caso. Abrigos, bebederos plegables, cepillos dentales, impermeables, champús, pelotas luminiscentes, incluso robots domésticos para estimularles cuando están solos en casa. La tecnología es la próxima frontera en el mercado de los animales de compañía. ¿Pero qué es lo realmente imprescindible cuando llevamos por primera vez a nuestro perro a casa?

* Cuenco de agua y de comida. Para los más glotones los hay pensados para obligarles a comer despacio. Comer con ansia no es bueno y favorece que se produzca la peligrosa torsión de estómago, sobre todo en razas grandes y gigantes. Los comederos elevados también ayudan. Para evitar la torsión tampoco conviene que el perro haga ejercicio justo después de comer.

* Una cama que identifique como su lugar de descanso en el que no será molestado. Si se cuenta con una jarapa, alfombra o manta vieja y grande, también pueden servir. Hay perros con inclinación por sitios muy mullidos y otros que prefieren superficies más duras. Mejor en cualquier caso si se pueden lavar bien.

* Alimento de calidad, húmedo y seco. Ante cualquier duda sobre su alimentación conviene consultar con nuestro veterinario. Tener chuches también es  importante para educar a nuestro perro. Cuantas más haya en la bolsa y más pequeñas sean, mejor porque vale más el gesto de premiarles que el tamaño que tenga. Y, a las malas, salchichas cortadas en trocitos también cumplen su cometido.

* El sistema que proceda para viajar, ya sea un trasportín, arnés y enganche para el cinturón de seguridad o un maletero bien preparado. Es importante viajar en coche con seguridad y atendiendo a la legislación vigente.

* Correa, collar y bolsas para recoger sus deposiciones. A gusto del consumidor. Lo único importante es que sean confortables para el perro y para nosotros y que no se pueda escapar fácil. Por eso también es vital que el collar vaya acompañado de una chapa con nuestro teléfono. El bozal en determinadas razas es obligatorio, pero también lo podemos necesitar si, por ejemplo, queremos viajar con él en Cercanías de Renfe o en el Metro de Madrid o Barcelona.

* Algún juguete. Hay dos grandes categorías: las pelotas y los juguetes para roer y jugar a tirar. Cada perro tiene sus preferencias y no es mala idea llevarle a una tienda de animales y mostrarle juguetes a ver qué le hace gracia antes de gastar dinero a lo tonto. Igual que no a todos los niños les gustan los puzzles, no a todos los perros les gustan los aros de goma o que su juguete pite. Uno que no suele fallar es el Kong clásico: casi indestructible, se lanza de manera semejante a una pelota y se puede meter comida dentro para que se diviertan sacándola. Un juguete que le entusiasme también es un excelente motivador para educarle. No es recomendable darles viejos zapatos, el peluche roto del niño o calcetines con tomates para jugar. A ellos les encanta todo lo que concentre nuestro olor, pero habrá mucho riesgo de que no distinga luego los viejos de los nuevos y destroce algo que no debe.

En los perros es muy importante tener decidido de antemano las normas de conducta que se desean inculcar y que todos en la casa las hagan cumplir. Cada familia establece las suyas. Hay dueños felices compartiendo siesta en el sofá con su perro y otros que prohíben que suban. Como cuando se educa a un niño, todos deben estar de acuerdo.  La norma más básica es no darles nunca comida mientras se está sentados a la mesa. Queremos perros bien educados con los que podamos ir de visita, tener visitas poco perrunas y salir a restaurantes. Y para evitar la ansiedad por separación, nada de muchas fiestas al llegar a casa (solo saludaremos y ya le haremos más caso cuando se haya calmado), y nada de irse despidiéndonos de él cómo si nos fuéramos a la guerra. Ojo también con la basura, tiene olores muy tentadores y es buena idea blindarla. En los perros grandes el váter abierto es claramente un bebedero.

El ajuar del gato

Con los gatos pasa exactamente igual. Entrar en una tienda de productos para animales de compañía, ya sea online o física, puede ser abrumador. Hay gatos que requieren más archiperres, sobre todo si son de pelo largo, nariz chata o sin pelo, pero el típico gato europeo de pelo corto se conforma con muy poco.  ¿Qué es lo que se necesita para darle la bienvenida a nuestro hogar? 

* Cuenco de agua y de comida. Igual que el perro, con la salvedad de que hay que poner especial cuidado con ofrecerles agua fresca y apetecible. Los gatos beben menos y eso puede causar problemas a la larga.

* Alimento de calidad. Muchos problemas renales que tienen los gatos con frecuencia al cumplir años vienen de haber sido alimentados pobremente. La comida húmeda es recomendable precisamente por esa necesidad de que ingieran suficientes líquidos.

* Caja de arena. Las hay de esquina o cuadradas, descubiertas y cerradas con puerta que ayudan a evitar que se extienda la arena por el suelo (si la puerta les asusta, hay que quitarla al principio y enseñarles gradualmente). Que cada cual elija en función de sus preferencias y de las de su gato.

* Arena. Las hay de todo tipo, pero también hay gatos muy exquisitos que se niegan a usar determinados tipos. En algunos sitios facilitan muestras para probar las más exóticas. Lo importante es mantenerla limpia, no sólo por higiene y salud, también porque sino podría encontraros que vuestro gato ha decidido que la toalla húmeda abandonada tras la ducha o la ropa sucia puede ser un lugar perfecto para descargar sus necesidades.

* Malta. Es un tubo de pasta que evita la formación de bolas de pelo. Aunque la malta suele gustarles, los hay que no pueden verla. El truco es embadurnarles en una pata para que la chupen. No les gusta estar sucios y es una ventaja a la hora de administrar medicamentos. Prefieren tragar algo que no les entusiasma antes que tenerlo en el pelaje. Cosas de gatos. La hierba gatera también les suele gustar y les viene bien.

* Algún juguete.  Una regla de oro: no se juega con las manos directamente porque podemos acabar arañados sin mala intención, por pura diversión gatuna. Hay que usar juguetes y dedicar tiempo al juego felino. Es difícil que un gato se resista a los que son tipo caña de pescar, con palo, goma y plumas o cascabeles. Se pueden fabricar fácilmente y si hay niños en casa es probable que les divierta hacerlos. Para muchos gatos una bolita de papel de plata arrugada es el mejor juguete del mundo.

* Rascador. Los hay de muchos tipos: verticales, horizontales, de cuerda, de cartón...Hay que llevar allí al gato si le vemos arañando dónde no debe y premiarle cuando lo use. Y probar hasta dar con uno que le guste.  No obstante, antes de invitar a un gato a la familia hay que ver si estamos dispuestos a asumir que el gato elija para arañar uno de nuestros muebles favoritos. Puede pasar.

* La camita puede parecer imprescindible, pero es muy opcional. Nadie asegura que la acaben usando habiendo tantas opciones blandas por la casa. Las que son cerradas, tipo iglú, suelen tener más éxito.

Y es de vital importancia, literalmente, asegurarse de que no hay peligro de caída o pérdida por ventanas y terrazas. Los gatos jóvenes y los más aéreos (hay gatos bastante apegados a la tierra) son los que corren más peligro y tal vez se requieran mosquiteras u otro tipo de cierres.

* Las dos últimas fotos forman parte del Proyecto Invisibles (Fotopets) del fotógrafo Andrés López. Dallas es un setter muy bueno y activo que necesita un hogar. Está recogido en la Asociación APAMAG.  Athan, aún cachorro, fue recogido muy desnutrido por El rincón de Selina y también busca una familia.

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