Último adiós de centenares de agentes al "ejemplar compañero Blas" en la Catedral de València

  • Centenares de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han despedido este jueves en la Catedral de València al subinspector de Policía Nacional Blas Gámez, asesinado el pasado martes en acto de servicio en el barrio de Russafa, en la misa exequial por su eterno descanso celebrada en la Seo.
ÞÚltimo adiós al agente Blas Gámez
ÞÚltimo adiós al agente Blas Gámez
DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
ÞÚltimo adiós al agente Blas Gámez

"El ejemplar compañero Blas Gámez ha sido un fiel servidor de la sociedad y de su seguridad", ha señalado en su homilía el cardenal Antonio Cañizares, quien ha escrito estas palabras que ha leído el obispo auxiliar, monseñor Esteban Escudero, quien ha excusado la ausencia del arzobispo en la misa.

Monseñor Escudero ha presidido la eucaristía, en la que han estado presentes la viuda y los dos hijos del agente fallecido, de 15 y 19 años, familiares y amigos, muchos de ellos llegados desde Ávila, así como el director general de la Policía, Germán López Iglesias; el delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues; el jefe superior de la Policía, José Javier Cuasante y muchos compañeros de la Policía Nacional y de otros cuerpos policiales.

El obispo auxiliar ha leído la homilía, en la que el cardenal subraya que "ninguna violencia asesina tiene justificación y es necesario que nos esforcemos en superar una cultura de la muerte que crece", al tiempo que ha pedido "sabiduría para que todos trabajemos responsablemente por la convivencia, la justicia y la paz", según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

"Necesitamos recuperar una educación en los verdaderos valores, los que reconocen la dignidad e inviolabilidad de todo ser humano, el respeto a la persona, la defensa de la vida, la generosidad y el servicio, y todo ello encuentra su fundamento en Dios", subraya el cardenal.

También anima el titular de la archidiócesis a "hacer una cultura del amor y la vida donde se erradique la droga" e incide en que "los cristianos, por nuestra fe en Dios, no podemos permanecer inactivos ante la cultura que incita a la violencia, y tenemos la responsabilidad de defender y abrir las posibilidades de la vida y educar para una cultura de la vida".

"SU RECOMPENSA SERÁ GRANDE EN EL CIELO"

El "ejemplar compañero Blas Gámez ha sido un fiel servidor de la sociedad y de su seguridad, ha entregado su vida por los demás en defensa de la Justicia y su recompensa será grande en el cielo", continúa el purpurado, porque "nadie tiene más amor que el que da la vida por los demás, y Blas la ha dado, porque ha amado mucho, a su familia y a la sociedad".

"Todos juntos tenemos que salvar a la sociedad de la violencia y de los incesantes crímenes que aterran, dan pavor y degradan el concepto mismo de la civilización", apela el cardenal.

Asimismo, el obispo auxiliar se ha sumado al pésame y ha expresado su "profundo dolor y solidaridad con la familia, amigos y compañeros, porque soy nieto, hijo y primo de comisario y la muerte de esta persona que ha entregado su vida en cumplimiento de su deber me afecta como si fuera la de un compañero o un amigo".

SOBRE EL FÉRETRO, LA MEDALLA DE ORO AL MÉRITO POLICIAL

En la misa exequial, que ha sido concelebrada por el Cabildo Catedralicio, han participado autoridades civiles y militares y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

A mediodía ha llegado a la Catedral el féretro, que antes de entrar en el templo ha pasado por delante de una formación de honores compuesta por un centenar de agentes, compañeros del fallecido. Además, ha sido recibido y despedido, en la Puerta de los Hierros, con el Himno Nacional y aplausos.

Durante la misa, el féretro del subinspector ha sido situado frente al altar, cubierto por la bandera de España, y sobre él ha sido depositada la Medalla de Oro al Mérito Policial que este miércoles le impuso, a título póstumo, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido en la capilla ardiente instalada en el complejo policial de Zapadores.

Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana, a través de su cuenta de Facebook, ha transmitido todo su apoyo a los familiares y al Cuerpo Nacional de Policía Nacional, "ejemplo de profesionalidad y vocación de servicio público".

Blas Gámez Ortiz, de 51 años, era subinspector de la Policía Nacional y trabajaba en el grupo de homicidios de la Brigada de Policía Judicial de Valencia.

Tras su primer destino en el puesto fronterizo de Irún, entró a formar parte del Grupo Especial de Operaciones (GEO), donde ascendió a oficial. En el año 1995, el agente Blas Gámez se trasladó a València e ingresó en el grupo de Homicidios en el que ha permanecido hasta ahora.

El subinspector fue asesinado este martes cuando se disponía a identificar a un hombre con pasaporte sueco en el transcurso de la investigación iniciada por el descuartizamiento de otro varón de 42 años, de nacionalidad española, cuyo torso fue hallado en una maleta en la avenida Peris y Valero de València.

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