Hernández Martínez, que ha dirigido el encuentro '500 años de la primera visión global de la Tierra' de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla, ha explicado que la ciudad hispalense "debería aprovechar la oportunidad más clara desde 1992 para internacionalizar a Sevilla", motivo por el cual "muchas personas hemos venido trabajando e intentando trasladar a las autoridades que se incida en una mejor presencia de la ciudad". Entre las actividades que se proponen, destacan "la organización de foros, congresos y eventos sobre la globalización, sobre el futuro de las ciudades o sobre la propia Andalucía en el plano global".

Estas temáticas "se han intentado maquetizar en el contenido del curso", cuyo balance es "suficiente" según el director. No obstante, ha destacado "la capacidad de movilización de alumnos y lo que podamos hacer en las redes en cuanto a la divulgación de la actividad". También ha valorado la presencia de Federico Mayor-Zaragoza como ponente, siendo una persona "de relevancia internacional y que da proyección al curso".

En cuanto al apoyo del ayuntamiento, Hernández Martínez ha explicado que "en cierto sentido entiende el poco interés mostrado hasta ahora" porque al fin y al cabo "la prioridad de un ayuntamiento es solucionar los problemas del día a día" y esta conmemoración es "a largo plazo". Sin embargo, ha señalado que "nuestra iniciativa no es un lujo, sino que busca mejorar la calidad de vida de la ciudad".

Por otro lado, ha indicado que la sociedad civil "está empezando a tener la conciencia de que se aproxima una celebración" pues en breve "se inaugurará el parque Magallanes cerca de la Torre Pelli" y eso hace que la gente "perciba estas señales". Pero "no es menos cierto que necesitamos que la sociedad sevillana se active más" porque "parece sólo se moviliza cuando hay que quejarse algo de negativo", en lugar de "movilizarse con carácter previo".

El ponente ha explicado que la Exposición Universal de 1992 "fue algo irrepetible" pero que "no se puede caer en la ensoñación de que Sevilla sólo va a poder avanzar de evento en evento" porque supone "subidones y bajonazos de proyección internacional" cuando "lo mejor es tener una presencia global más constante".

La otra alternativa que ha propuesto es la de "un crecimiento desde la racionalidad y desde la propia ciudad" teniendo en mente "los cambios de la última década que no se dieron por ningún evento como la movilidad, la peatonización, el resurgir industrial de ciertos sectores como el cervecero y el aeronáutico o la marca de Sevilla como ciudad de bicicletas". Sin embargo, ha destacado que "hay una trastienda de problemas" como que en Sevilla "se hallan algunos de los barrios más pobres de España", siendo una situación "que debe preocuparnos". Este "atascamiento de la ciudad" puede ser solucionado por la conmemoración del centenario "como una oportunidad con la que retomar nuestro futuro".