El príncipe Enrique de Dinamarca, esposo de la reina Margarita, tiene demencia

  • El esposo de la reina padece esta dolencia, según ha informado la Casa Real danesa.
  • Enrique, de 83 años, estuvo envuelto en polémica al anunciar que no quería ser enterrado junto a su esposa.
El príncipe Enrique de Dinamarca, junto a la reina Margarita, en abril de 2017.
El príncipe Enrique de Dinamarca, junto a la reina Margarita, en abril de 2017.
GTRES
El príncipe Enrique de Dinamarca, junto a la reina Margarita, en abril de 2017.

El príncipe Enrique de Dinamarca, esposo de la reina Margarita, padece demencia, informó este miércoles la Casa Real danesa.

"Después de un largo seguimiento y, últimamente, de una serie de exámenes médicos realizados a finales de agosto, los especialistas del Hospital del Reino han concluido que su alteza real el príncipe Enrique sufre demencia", consta en un comunicado.

Enrique, francés de nacimiento y de 83 años, estuvo en el centro de la polémica hace un mes al anunciar que no quería ser enterrado junto a su esposa porque se había ignorado su petición de recibir el título de rey consorte, una vieja reivindicación pero que nunca hasta entonces había expresado en un tono tan duro.

El diagnóstico implica "un debilitamiento en las funciones cognitivas" mayor de que lo cabría esperar en una persona de su edad y que puede causar "cambios en la forma de ser, de reacción, juicio y vida sentimental, e influir el modo de relacionarse con el mundo".

La enfermedad conllevará una reducción de su actividad pública, ya disminuida desde que se jubiló hace año y medio. "El deseo de la reina y la familia real es que el príncipe tenga la tranquilidad que la situación exige", concluye el comunicado.

Enrique, un noble francés que conoció a Margarita cuando era diplomático en Londres y con quien se casó la actual reina en 1967, nunca se ha sentido cómodo con su papel. Quince años atrás ya puso en un aprieto a la Casa Real, al retirarse a Francia después de que, en la recepción de Año Nuevo y estando enferma la reina, el anfitrión fuera su hijo Federico.

Los rumores de divorcio, lucha de poder o depresiones se cerraron meses después con una sesión fotográfica familiar, aunque Enrique no pudo evitar el apelativo de "príncipe llorón" de la prensa amarilla danesa.

A pesar de las bromas recurrentes de la prensa por sus rarezas o su acento, Enrique acabó ganándose una imagen popular por aparecer disfrazado de panda en una gala, grabar un tema con un grupo de rock o pasear por la comuna anarquista de Christiania.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento