La 63 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha concluido con una afluencia de 168.494 asistentes al conjunto de sus espectáculos y actividades —98.293 a las obras del Teatro Romano—, lo que supone un incremento del 3,1% con respecto al año pasado y con un superávit que, a falta del cierre definitivo de las cuentas, rondará los 520.000 euros.

Estas son las cifras globales ofrecidas este miércoles en un primer balance del Festival de Mérida que no ha dejado de crecer desde la llegada hace seis años de Jesús Cimarro, con quien a partir de ahora comienza la negociación para renovar el contrato por dos ediciones más, y para lo cual ya ha puesto condiciones al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y el alcalde emeritense, Antonio Rodríguez Osuna.

En la comparecencia ante los medios de comunicación en la sede de la Presidencia de al Junta, en la que estaban presentes ambos mandatarios, Cimarro ha aprovechado su presencia para reclamar públicamente la incorporación de nuevos espacios escénicos al certamen con el fin de ofrecer propuestas diferentes, y que en este caso tiene nombre y apellidos: el Teatro Cine María Luisa, aún pendiente de su rehabilitación.

Por su parte, el presidente extremeño, que ha felicitado a Cimarro por los resultados obtenidos en esta nueva edición, y sin entrar a valorar la propuesta del director del festival, se ha mostrado convencido de que se alcanzará un acuerdo para que continúe al menos los dos próximos años al frente del referente cultural extremeño de cada verano.