En declaraciones a la emisora Catalunya Radio, el presidente catalán afirmó: "yo exijo, en nombre del pueblo de Cataluña, y puedo hablar así, que haya una disculpa, que pidan disculpas por estos insultos porque si no iremos muy y muy mal".

"El PP ha de condenar esto, empezando por el PP de Cataluña y si no que no se digan de Cataluña", agregó Maragall en una referencia directa a la formación que lidera Josep Piqué.

Según Maragall, "yo soy un convencido de que esto ya no pertenece al presente, sino que son reminiscencias del pasado, y por eso puedo decir que no me hace ni frío ni calor (la protesta), porque estoy seguro de que es una cosa pasajera que se está acabado, si es que no se ha acabado ya".

En su alusión a la época franquista, Maragall abundó en que la manifestación de Salamanca en contra de la devolución de los archivos de la Generalitat, al igual que otras protestas recientes, "tienden a hacernos creer que todo esto que digo que ha pasado no ha pasado, que estos 25 años no han existido, que nos los hemos inventado y que estamos en la misma situación que hace 25 años".

"Es un coletazo, la última aparición de un espíritu que antes de desaparecer se ha de despedir, es el final de una época, mucho más tarde de lo que nos podíamos haber pensado", remarcó Maragall, que ha insistido en que las "expresiones ofensivas contra diputados y dirigentes catalanes" que se escucharon en Salamanca son "imperdonables", el "último grito de una cosa que ya ha muerto".

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