En breve los restaurantes y las cadenas de distribución de Australia contarán con una novedad dietética que parecía imposible: un dulce que reduce el colesterol. Se trata de la que podría considerarse la primera magdalena (muffin en el mundo anglosajón) funcional.

Sus creadores, que pertenecen a la Universidad australiana de Queensland, se propusieron desarrollar un producto al alcance de cualquier persona que, a la vez que sabroso y tentador, cuidase de la salud.

Partiendo de la evidencia científica de que consumiendo cada día tres gramos de betaglucanos de avena se lograban controlar los niveles de colesterol, los estudiosos se afanaron por trasladar este descubrimiento a un artículo apetitoso para el público al que le añadieron este tipo de fibra soluble.

Los betaglucanos son el principal ingrediente funcional de la avena. Aunque también están presentes en la cebada, es en la avena donde se aprovechan más.

Además de mejorar el control de la glucosa en sangre, los betaglucanos logran controlar los niveles de colesterol gracias a la ralentización de la absorción de las grasas y los azúcares en el torrente sanguíneo. Por si fuera poco, los betaglucanos previenen el estreñimiento y benefician a la microbiota intestinal.

Gracias al control de los niveles de colesterol en los valores adecuados se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, y otras como la diabetes o la hipercolesterolemia que aumentan la posibilidad de sufrir una patología de este tipo, como el infarto de miocardio.

Los creadores de la magdalena anticolesterol han perfeccionado la receta de la misma durante meses para ofrecer un alimento funcional, pero sin descuidar el paladar, de forma que resultase atractiva para el potencial consumidor.

Aunque han confesado que uno de los secretos de su muffin saludable es evitar que sea jugosa, esto no significa que no resulte sabrosa en último término.

Además de los betaglucanos que incorporan, estas magdalenas australianas incluyen todo el salvado de la avena, uno de los alimentos más de moda en los últimos tiempos, especialmente entre los partidarios de una dieta más ecológica y natural.

Aunque el consumo de este muffin tan especial puede ayudar a mantener unos niveles adecuados de colesterol en sangre, sus creadores insisten en que no es, en ningún caso, un sustitutivo de la medicación prescrita por los médicos en caso de hipercolesterolemia.

En España, y según datos de la Fundación Española del Corazón, la mitad de la población tiene el colesterol alto (más de 200 mg/dl). Mantener una dieta cardiosaludable restringiendo el consumo de grasas saturadas y practicar ejercicio aeróbico moderado de forma habitual ayudan a controlar los niveles de colesterol.