Las abuelas se hartan de cuidar a sus nietos

Carmen trabaja y cuida a su nieta de dos años.
Carmen trabaja y cuida a su nieta de dos años.
JORGE PARÍS
Carmen trabaja y cuida a su nieta de dos años.

Recogen a sus nietos de la guardería, les dan de merendar, sacrifican su tiempo por ellos y son la mejor herramienta con la que cuentan los padres ante las dificultades para conciliar vida laboral y familiar. Son, en la mayoría de los casos, abuelas amorosas dispuestas a ayudar. Pero también se cansan. Para el 18% de las abuelas de la región encargadas de cuidar a sus nietos, esta tarea es más una obligación que otra cosa. Es más, a la mitad de ellas (el 9%), dicha actividad no le reporta ningún placer.

Si la abuela quiere hacerlo, bien. Lo que no es normal es que sea por narices

Eso sí, prevalecen las abuelas entusiastas a la hora de acoger a sus nietos (82%). Incluso las de edad avanzada. Dos de cada tres abuelas mayores de 75 años dicen que no se cansan de los pequeños y que preferirían atenderlos aun cuando sus padres pudieran hacerlo. Así lo revela un estudio de la Universidad Autónoma de la socióloga Lourdes Pérez Ortiz con entrevistas a 600 abuelas.

En la comunidad hay 112.199 mujeres entre 55 y 69 años, la etapa en la que más suelen cuidar de los nietos. La asociación Abuelos en Marcha (Abumar) calcula, con base al informe del 'Inserso, Condiciones de vida de las personas mayores', de 2006, que en Madrid una de cada cuatro abuelas ayuda a cuidar de sus nietos, 30.000 como máximo. Sin embargo, sólo un ínfimo 9%, según Pérez Ortiz, cuenta con una asistenta pagada por los padres del niño para echarle una mano con las tareas domésticas.

Una asistenta

"La mayoría de las parejas tienen que hacer frente a muchos pagos, incluidas las hipotecas, lo que les impide contratar a una ayudante", señala Marisa Viñes, de 73 años, presidenta de Abumar, ya liberada del cuidado de sus tres nietos. Viñes critica el que algunos abuelos se vean "obligados" a encargarse de ellos. "Si la abuela quiere hacerlo, bien. Lo que no es normal es que sea por narices. Aunque reconocemos que los nietos llenan un gran vacío porque se van perdiendo afectos".

La carga que soportan algunas abuelas que cuidan a sus nietos ha dado origen a lo que el profesor de la Universidad de Granada, Antonio Guijarro, define como Síndrome de la abuela esclava. Guijarro asegura que produce hipertensión, migraña, angina de pecho y hasta depresión. Sin embargo, la socióloga Pérez Ortiz no ha encontrado ningún caso en su estudio, en parte porque la mayoría de abuelas se muestran satisfechas.

Carmen de Alvear, 75 años y 15 nietos: "Es un lujo tener una niña en casa"

Tiene 75 años y 15 nietos que le ha tocado cuidar esporádicamente a lo largo de su vida. Ahora es Flavia, de dos años, quien ocupa el poco tiempo libre que le queda, pues esta mujer, vicepresidenta del Consejo Español de Organizaciones de Mayores, Ceoma, todavía trabaja. "Desde que se levanta, Flavia está conmigo, sobre todo por la mañana. Ahora le buscamos guardería. Mi marido me ayuda a cuidarla. Y los fines de semana paseamos y le contamos cuentos. Es un lujo tener una niña en casa. Su cuidado es voluntario y por amor".

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