Así consta en la denuncia, consultada por Europa Press, en la que la asociación hace constar las "desavenencias" que desde enero de 2014 se mantienen con el regidor su "intento obsesivo y compulsivo" de "impedir" a sus miembros gestionar los servicios de peluquería y cafetería que los miembros del colectivo han tenido a su cargo desde 2008.

En este sentido, han acusado al alcalde de ordenar a los operarios municipales que "cambiaran las cerraduras" el pasado 1 de agosto que para evitar el "legítimo uso y disfrute" de las instalaciones así como "para desalojarnos e impedirnos la entrada" a la cafetería. En esta línea, han asegurado que los usuarios han visto impedido su "derecho de acceso" a la instalación en base a una actitud "puesta de manifiesto con total autoritarismo, premeditación y alevosía".

La directiva ha recalcado que Martínez ha empleado el periodo vacacional comunicado por los miembros de la cafetería, del 1 al 15 de agosto, para "de forma unilateral, totalitaria y sin previa comunicación a ninguno de los miembros de la asociación, ni personal subarrendatario de la cafetería, mediante el uso de la fuerza y con el empleo de la violencia propia de esta circunstancia" proceder a "cambiar las cerraduras de la instalación impidiendo así el acceso a las mismas" a los miembros de la asociación, quienes, han asegurado, tiene la "posesión legítima" del espacio.

Según abundan los denunciantes en su escrito, el "cambio de cerradura" impidió el acceso el pasado 1 de agosto, día en el que se identificó una supuesta fuga de agua en la cafetería -más tarde se comprobaría que era por descongelación de frigoríficos-, por lo que sospechan que fue la tarde anterior cuando se llevó a cabo la actuación en la puerta. Fue el propio presidente, Antonio Torres, quien ante la llamada de los servicios municipales observó con "estupor, sorpresa e indignación" la situación, por la que había varios "usuarios en la calle sin poder entrar".

La denuncia añade que durante la misma mañana el alcalde hizo acto de presencia "ante el desconcierto general" y reconoció públicamente, según la versión de la asociación, que "había sido él quien había cambiado las cerraduras, que no daría llaves a nadie y que hasta nueva orden la cafetería permanecería cerrada para dar cualquier servicio, colocando además un cartel que ampliaba la inactividad del servicio de barra hasta el 21 de agosto".

Desde la asociación han añadido que aunque el personal de la cafetería está ausente por vacaciones, las instalaciones "seguían plenamente abiertas y operativas, desempeñando con ellos sus principales funciones". Para la entidad, la cafetería "cumple una función y valor social que traspasa y trasciende el servicio de barra de bar", el cual es un "añadido accesorio".

El colectivo ha expresado su convencimiento de que "la única motivación que perseguía el edil municipal al cambiar las cerraduras" era "coaccionar a la asociación para su abandono de las instalaciones mediante una medida totalitaria e inadmisible en derecho", así como "impropia" de quien en su gestión "se debe a la satisfacción del interés general de sus vecinos, sin discriminación de ningún tipo".

En su escrito ante el juzgado, la asociación interesa que se tome declaración al alcalde como principal denunciado, que se tome testimonio al presidente de la asociación y que se le dé a este un juego de llaves correspondiente a la nueva cerradura, con el fin de que los vecinos puedan acceder a las instalaciones.