En el escrito, desde el consistorio se refieren a los incidentes ocasionados con motivo del cierre de uno de los bares al finalizar la fiesta a las doce de la noche y en el que tuvo que intervenir la Guardia Civil. "Queremos destacar que no se corresponden con lo que es el Xiringüelu y su esencia. Este tipo de comportamientos son intolerables y por tanto los condenamos públicamente", afirman desde el consistorio.

Además, han añadido que el balance de esta edición ha sido "muy positivo" y que la fiesta transcurrió durante todo el día en un ambiente normal, sin incidencias y con más de 32.000 personas. El Plan de Seguridad se activó a las 9 de la mañana teniendo su fin a la 1 de la madrugada del día 7 de agosto.

"La labor de Protección Civil, Servicios Médicos, Seguridad Privada y Policía Y Guardia Civil fue ejemplar, priorizando siempre la seguridad de las personas. Prueba de que fue todo un éxito es que se realizaron 87 atenciones menos que el 2016, habiendo recibido más gente en esta 77º edición", han informado desde el Ayuntamiento.