Los hechos sucedieron durante un control de vuelos de salida con destino Reino Unido, cuando se detectó a una persona con una carta de identidad y un pasaporte que habían sido falsificados, por lo que se procedió a su detención.
Los agentes pudieron comprobar que la nacionalidad real de esta persona era la iraní, habiendo pagado una cantidad de dinero de cierta importancia a cambio de la documentación falsa.
A los nacionales de Irán, el Reino Unido exige visado para su entrada en el país, obteniendo estas personas de forma fraudulenta documentación falsificada de un país del territorio Schengen -en este caso, Grecia- para evitar así tener que cumplir los requisitos exigidos a su nacionalidad real.
Instruido el correspondiente atestado policial, en unión al detenido fue remitido a la Autoridad Judicial competente. Además, el mismo ingresó en el Centro de Internamiento de Extranjeros.
La intervención policial fue desarrollada por policías nacionales adscritos al Aeropuerto de Tenerife Sur.
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