Los organizadores han abierto una lista de espera por si se produjera alguna baja, informa la Fundación Santander Creativa en un comunicado de prensa.

La respuesta del público asistente durante el pasado julio ha sido "muy positiva", y "en pocos días" se cubrieron todas y cada una de las sesiones programadas.

Los organizadores de este proyecto premiado en la convocatoria de ayudas 'Cultura Emprende' de la Fundación Santander Creativa (FSC) han contado que pasearon de un modo distinto al habitual por lugares como el Mercado de la Esperanza, el de México y la Alameda de Oviedo, entre otros.

Además, en la 'ruta de las artes', caminaron por los alrededores del Centro Botín, el Palacete del Embarcadero y el espigón de Puertochico hasta llegar a la terraza del Palacio de Festivales.

Así, durante el recorrido, los creadores de las visitas, Germán de la Riva e Itsaso Iribarren realizaron distintas exhibiciones de danza mientras los participantes escuchaban poemas o canciones de artistas cántabros como Chema Puente e Inés Pardo.

Las siguientes rutas se reanudarán el 10 de agosto y aunque las entradas se han agotado, los directores de este programa disponen de una lista de espera que abrirán en caso de que se libere alguna plaza.

De este modo, los interesados tendrán que enviar un correo a info@paseandosantander.com indicando en el asunto 'Lista de Espera', el día y la hora a la que quieran acudir.

En agosto habrá dos paseos distintos: la ruta urbana y la ruta de la costa. Cada día se realizarán dos sesiones, una a las 12:00 y otra a las 19:00 horas para un máximo de 20 personas.

La duración del recorrido será de una hora y los participantes contarán con auriculares inalámbricos de tipo 'silent disco' o 'discoteca silenciosa' para escuchar todos al mismo tiempo diferentes audios y ambientes sonoros.

"Escucharemos por ejemplo un texto sobre la arquitectura de un edificio o el sonido amplificado de los pájaros en un parque", recuerdan. Este dispositivo registrará también las acciones coreográficas y performances representadas durante el trayecto.

Así, mientras los paseantes recorren calles, playas y rincones escucharán las palabras de un bailarín que interpreta una pieza de danza. "Se trata de mirar la ciudad con otros ojos y asistiendo a pequeñas representaciones en un entorno singular", recalcan.

En definitiva, esta actividad abierta a todo tipo de público (a partir de 8 años) es una experiencia híbrida que mezcla por una parte la visita guiada tradicional pero incorporando disciplinas como la danza, la literatura y la arquitectura.