Los conductores de coche de Euskadi pasan de aprender a andar en moto

La inexperiencia de muchos motoristas es una de las causas que está provocando que el número de accidentes sobre las dos ruedas vaya creciendo paulatinamente en Euskadi. Desde que los conductores de coche pueden pilotar motocicletas de hasta 125 centímetros cúbicos sin necesidad de otro carné, hace tres años, los siniestros de motocicletas han pasado de suponer el 5,4% de todos los accidentes en carretera al 6,74%.

La normativa, además, ha propiciado que se disparen las ventas y el parque de motocicletas de Euskadi haya aumentado también considerablemente, a un ritmo de un 13% al año. A principios de año había ya más de 72.600.

El problema surge porque «muchos de estos nuevos motoristas salen a la carretera con sus nuevos vehículos sin haber pilotado nunca antes una motocicleta de esas características, y no pasan por la autoescuela para aprender», señala Iñigo Montenegro, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Vizcaya.

Montenegro advierte de la importancia de recibir unas clases, ya que, «una moto no tiene nada que ver con un coche, y no es fácil de conducir por carretera si no sabes».

Por eso, las autoescuelas vascas ofrecen prácticas a los conductores de coche que deseen pasarse de las cuatro a las dos ruedas. «Cuestan entre 25 y 30 euros, y con cuatro o cinco es suficiente», dicen, aunque «apenas hay alumnos».

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