La localidad alpujarreña de Bérchules (Granada) celebra los 22 años de su Nochevieja veraniega este fin de semana, un reclamo turístico en el que se consumen más de 3.000 kilos de mantecados y se repartirán 12.000 bolsas de cotillón para comerse la docena de uvas tras el apagón que los dejó sin fiesta en 1994.

El presidente de la Asociación Berchulera de Nochevieja en Agosto (Abnea), Antonio Castillo, ha detallado que el pequeño municipio tiene 100% de ocupación hotelera, una demanda de habitaciones que además se ha extendido al resto de la comarca alpujarreña y protagonizada por esta peculiar Nochevieja de verano.

La organización de esta tradición, en la que participaron más de 10.000 personas el año pasado, prevé superar esta noche los 12.000 asistentes a este reclamo turístico nacido de la casualidad y una inoportuna incidencia eléctrica.

La Nochevieja veraniega de Bérchules se forjó tras el apagón que sufrieron sus vecinos el 31 de diciembre de 1994 y que les dejó sin suministro hasta el día siguiente, lo que impidió que se celebrara la fiesta programada para poner punto final a aquel año.

Desde 1995, este pueblo de menos de un millar de habitantes celebra el primer sábado de agosto su particular Nochevieja, que incluye brindis, reparto de anís y mantecados y hasta cabalgata navideña.

Castillo ha adelantado que tras los actos previos que pusieron este viernes tono navideño al municipio, la jornada ofrece un pasacalles y un recorrido por los belenes que se reparten por la pequeña localidad, paseo animado por una charanga.

Como cada año, los Reyes Magos harán un parón en sus vacaciones para participar en la cabalgata de este municipio para repartir, desde las seis de la tarde, alrededor de 3.000 kilos de polvorones que dona cada año la empresa La Estepeña, que irán acompañados de unos 50 litros de anís y cava.

La organización reparte, tras el pregón del periodista Modesto Barragán, alrededor de 12.000 bolsas de cotillón para dar la bienvenida o despedida a la mitad del año con las doce uvas de la suerte y hasta un gorro de navidad, el comienzo de una noche con mucha programación musical.

La organización ha previsto un operativo especial con voluntarios de Protección Civil y Guardia Civil para ordenar los accesos al municipio y el aparcamiento en una fiesta en la que además se contará con un dispositivo sanitario y seguridad privada.