Los hechos se desencadenaron tras la denuncia del responsable del restaurante, ubicado en Meloneras, en la que relataba cómo tras abrir el local pudo percatarse de que la recaudación del fin de semana, que ascendía a 7.000 euros, había sido sustraída de la caja fuerte.

Se da la circunstancia de que en el local no se observabaron signos de forzamiento en las puertas de acceso o en la cerradura de la caja fuerte, lo que hizo sospechar al dueño.

La investigación policial permitió localizar a un turista y testigo de los hechos, que observó cómo dos hombres encapuchados huyeron de la zona apresuradamente en un vehículo la noche anterior y pudo apuntar la matrícula. El coche era propiedad de un hombre de 48 años, empleado del restaurante y encargado de contabilizar la caja esa noche.

Las gestiones policiales permitieron comprobar que tanto él como su yerno, de 36 años y exempleado del mismo establecimiento, llevaron a cabo el hurto, pues conocían la ubicación de la caja fuerte y de las llaves para abrirla, por lo que fueron detenidos. Instruido el correspondiente atestado policial, fue remitido a la Autoridad Judicial competente.

La intervención policial fue llevada a cabo por agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Maspalomas.