El valenciano que estaba encarcelado junto a su esposa desde julio en una prisión de Madagascar por intentar sacar del país 48 tortugas protegidas se encuentra ya en un centro religioso, mientras las autoridades exigen ahora el pago de una multa de 4.400 euros para que ella abandone también la cárcel.

Así lo ha relatado hoy a EFE Ana Magraner, hermana de Marta y cuñada de Daniel Manero, quien ha asegurado que la familia ha recibido esta mañana la noticia del traslado al centro de los Trinitarios, anunciado el pasado martes, como "un primer paso" para que todo se solucione y la pareja pueda regresar a España.

Además, la orden religiosa ha facilitado a Daniel Manero un vehículo para que pueda trasladarse diariamente desde la residencia -donde seguirá cumpliendo la condena de un año impuesta por las autoridades malgaches- hasta la prisión para ver a su esposa.

"Espero que alguien del Consulado -español en Madagascar- nos explique a qué viene ahora esa multa" como condición para que la valenciana abandone también la cárcel y realice trabajos sociales en la residencia de los Trinitarios, ha añadido su hermana.

"Ella le ha dicho -a su marido- que desde fuera podrá hacer más que quedándose en la cárcel", ha explicado Ana Magraner, quien cree que su hermana estará "muy enfadada" ante esta separación temporal, especialmente porque se queda sola en una celda de 2,5 metros cuadrados junto a otras seis personas.

Manero, de 42 años, y Magraner, de 27, fueron detenidos en Madagascar el pasado 7 de julio cuando intentaban dejar el país tras unos días de vacaciones con 48 tortugas de una especie protegida y algunos productos de artesanía local, por lo que dos días después entraron en prisión para cumplir una condena de un año.

La familia espera que, según les han explicado desde el Ministerio, en Navidad Daniel y Marta puedan estar de regreso a España.

Daniel Manero inició la semana pasada una huelga de hambre y sed ante la situación de "desesperación e impotencia" que vive esta pareja y al sentirse "abandonados a 12.000 kilómetros de España" por las personas "que deberían hacer algo", una medida que abandonó el pasado martes tras conocer su salida de la prisión.