El primero de los casos se produjo en el interior de una vivienda de Añaza. Un ciudadano se acercó hasta las dependencias policiales ubicadas en este barrio para alertar sobre una fuerte discusión en ese domicilio. Al llegar, los policías fueron testigos de gritos, amenazas, insultos y el lanzamiento de objetos. Los policías se entrevistaron con la víctima, de 24 años, que además tenía en brazos a un menor.

La joven presentaba un corte en una mano y en el interior había cierto mobiliario destrozado. Aunque no quiso presentar denuncia alguna, se solicitó la presencia de una ambulancia para atenderla de sus heridas y se procedió a la detención del presunto agresor, también de 24 años.

El segundo episodio se produjo en la céntrica calle Castillo, donde un varón de 32 años se acercó a la empresa donde trabaja su pareja para amenazarla e insultarla. Al llegar los policías a la zona, el hombre se intentaba marchar, aunque fue interceptado de inmediato.

La víctima, de 29 años, relató a los agentes que días antes, tras otra discusión, el arrestado la había agredido. Finalmente los agentes procedieron a su detención y puesta a disposición judicial.

Durante la madrugada del pasado domingo, la céntrica calle Bravo Murillo fue el escenario de la agresión a otra mujer, en este caso de 27 años, una acción que fue presenciada por varios testigos.

El arrestado, de 37 años, mientras discutía con la víctima acabó tirándola contra el suelo y de inmediato varios ciudadanos alertaron a la Policía Local que al llegar solicitó un recurso sanitario para que la mujer fuera atendida. También procedieron al arresto del hombre, mientras que la víctima negaba haber sido agredida.

El último episodio en el que tuvieron que actuar los agentes locales se produjo en la avenida Tres de Mayo, en las proximidades de la Jefatura de la Policía local. Precisamente fue una agente de servicio en la sala de comunicaciones quien recibió el aviso y observó cómo el detenido, de 20 años, propinaba un golpe a una chica de 19 años en pleno rostro.

Otros agentes presentes en las dependencias policiales salieron a la vía pública y separaron al agresor, que seguía golpeando a la joven. El detenido fue puesto a disposición judicial y a la víctima, como en los casos anteriores, se le ofrecieron todos los recursos e información existentes para denunciar los hechos.