Arca acusa al Gobierno de "mantener la política de destrucción" del suelo rural al autorizar viviendas unifamiliares

  • La asociación ecologista Arca ha acusado al Gobierno regional de "mantener la política de destrucción del suelo rural" al autorizar "indiscriminadamente" la construcción de viviendas unifamiliares en suelo rústico.

En un comunicado, Arca señala que si hace 13 años se evitó la construcción abusiva e inadecuada en la costa gracias al Plan de Ordenación del Litoral (POL), el "desorden" que se evitó en el litoral cántabro se está trasladando ahora a "todo" el territorio interior de la región, al tramitarse "una media aproximada de 50 viviendas unifamiliares en suelo rústico al mes".

"Es decir: una urbanización diseminada por los prados y mieses de Cantabria todos los meses, causando un impacto territorial disperso y por lo tanto de peores consecuencias que las urbanizaciones concentradas", destaca la asociación.

Esta práctica, "activada" en el año 2012 por el anterior Gobierno del PP, contó con la "frontal oposición" de uno de los socios de gobierno actual, responsable en el presente del territorio y urbanismo en Cantabria. "A los dos años de legislatura el partido que se oponía a tal política hace justamente todo lo contrario: mantenerla y potenciarla, dando todo un ejemplo de incoherencia y falta de valentía", añade.

Según Arca, el suelo rural es la base de los procesos naturales, vitales y económicos de las generaciones pasadas, presentes y futuras, por lo que es un patrimonio de interés social y "vital" a conservar para los usos que son propios y compatibles con el mantenimiento de ese suelo: agrícolas, forestales, naturales, ecológicos, paisajísticos y culturales. "Por tanto no se puede gestionar el suelo rural desde el urbanismo, porque supone su destrucción, transformación y sellado definitivo. Es decir: la destrucción del recurso", subraya.

El valor y trascendencia de la conservación del suelo rural es de tal importancia, añade Arca, que "debe de preservarse y gestionarse al margen de los intereses electorales cortoplacistas y de las estrategias pactistas de los partidos, de las presiones económicas coyunturales y de las variaciones cíclicas del modelo económico".

"Muchas veces se ha citado la necesidad de un nuevo modelo productivo. Pero lo que se está haciendo es justamente lo contrario: reactivar y tratar de prolongar el viejo modelo fracasado de la construcción, no sostenible en el tiempo y que lo que genera al final es la destrucción del territorio, crisis, paro y emigración de los jóvenes de Cantabria", afirma la asociación.

A su juicio, Cantabria necesita un modelo económico a un horizonte de 50 años que sea "diverso, estable sostenible y digno", que tenga continuidad pese a las alternancias de gobierno. "Pero nuestra clase política se muestra desinteresada, agotada, o incapaz, y en lugar de ello se dedica a prolongar y fomentar la política suicida de destrucción y agotamiento del recurso económico básico de Cantabria: su territorio rural".

Arca concluye que pese a la "evidencia" de que Cantabria necesita

otras políticas más innovadoras, creativas, sostenibles y estables a largo plazo en todos los sectores, "no parece que los actuales responsables y los políticos habituales estén a la altura de este reto". Por ello, considera que "se necesitan otros políticos, con otra visión y mentalidad, para intentar sacar a Cantabria

del estancamiento y de la involución territorial y económica en que se encuentra, hasta el punto de haber llegado al extremo de sacrificar su patrimonio y recurso básico: el suelo rural".

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