En concreto, ha llevado a cabo un auditoría informática en estas empresas con el fin de controlar el registro de las operaciones económicas señaladas en sus sistemas informáticos. «Se ha efectuado copia de los archivos sin que se haya producido ninguna actuación que imposibilite o dificulte su actividad habitual», señaló ayer la Diputación de Vizcaya en un comunicado de prensa.

La institución foral tuvo que salir al paso de las informaciones que apuntaban a una posible irregularidad en las inspecciones, después de que una de las encargadas de la última inmobiliaria controlada, el pasado martes, avisara a la Ertzaintza «por los malos modos de los inspectores», según publicaban en su edición de ayer varios periódicos.

La operación llevada a cabo por la Diputación forma parte del plan anual de Inspección de la Hacienda Foral, por el que cada año se decide qué sectores son los más sensibles a que se cometan fraudes. «Es una operación rutinaria que se hace en muchos sectores donde el volumen de ventas es muy grande y se mueve mucho dinero», señaló a este periódico un portavoz.

De hecho, este tipo de inspecciones es habitual, aunque generalmente se realicen «de forma discreta». En el propio sector inmobiliario, por ejemplo, entre los años 2004 y 2006, las inspecciones de Hacienda descubrieron un fraude de unos 16 millones de euros y se enviaron a la Fiscalía Anticorrupción hasta diez informes de presunto delito de fraude fiscal.

Actuaciones contra el fraude

Durante las próximas semanas, el Departamento de Hacienda y Finanzas procederá al análisis de toda la información obtenida estos días durante las inspecciones a las diez inmobiliarias vizcaínas. Después, el diputado foral, José María Iruarrizaga, comparecerá ante la Comisión de Hacienda de las Juntas Generales para dar a conocer los resultados de las mismas. Asimismo, dará cuenta del balance y actuaciones contra el fraude desarrolladas a lo largo de este año por su Departamento.