La empresa Hormisoria y la Sociedad El Carrascal, Tomillar, Llanos, Cuesta y Otros han finalizado con los objetivos cumplidos del Proyecto Life Eco Mining en la creación del primer modelo europeo de "extracción minera sostenible y de desarrollo de espacios de interés ambiental y social" con la cofinanciación de fondos europeos.

El proyecto comenzó hace tres años y se ha llevado a cabo en las localidades de Dombellas y Santervás de la Sierra pertenecientes al término municipal de Garray (Soria). La empresa Hormisoria y su actividad ha sido objeto de la aplicación de técnicas ambientales con el apoyo de la empresa austriaca Eco4ward. La implantación ha contado con una inversión de 1.400.000 euros.

Tecnologías limpias

La actividad empresarial de Hormisoria es la extracción de áridos como la grava y la arena desde hace más de 20 años. Para alcanzar la complicidad de su actividad con el medio ambiente han ejecutado su actividad a través de tecnologías limpias de "Buenas prácticas ambientales".

Se ha reutilizado hasta el 90% del agua para el lavado de los minerales, se han reducido en 232 toneladas las emisiones de CO2 a la atmósfera, se han reducido los impactos visuales , acústicos y el polvo en suspensión con la plantación de árboles y aprovechado el agua de lluvia en un 80% para el riego. Las medidas han permitido el descenso de un 25 a un 50% de las emisiones a la atmósfera al reducir la necesidad de transporte pesado suprimiendo las tradicionales balsas de decantación.

Para Alberto Soto, administrador de Hormisoria este tipo de medidas deberían ser exigibles a todas las empresasque impliquen una agresión al medio ambiente. En este sentido se reconoce "satisfecho de corresponder" con quienes forman parte del entorno donde se ubica la zona minera. Antes de implicarse en este proyecto la empresa cumplía con la legalidad vigente, después, según Soto, fueron más lejos apostando por "el desarrollo endógeno".

El presidente de esta sociedad, que data del siglo XIX, explicó el cambio de perspectiva de los habitantes de la zona respecto a la explotación minera. Antonio Fernández se refirió a que "dejaron de ser enemigos" y a que ahora se han visto los buenos resultados. En el ámbito de esta sociedad se reconvirtió un vertedero en un espacio demostrativo del freno de la erosión y captura de emisiones de CO2 sobre el suelo que estaba degradado en Dombellas, con la plantación de cerezos, vid y trufa.

En el proyecto han colaborado las administraciones, además de la Universidad de Valladolid, la Obra Social de Ibercaja y diversas empresas.

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