Cuando Fernán-Gómez perdió la paciencia

Fernando Fernán-Gómez, fallecido a los 86 años, ha protagonizado alguno de los episodios públicos de pérdida de paciencia más memorables.

Desde 2000 era miembro de la Real Academia Española de la lengua (RAE), y tal vez por eso ese mismo año utilizó con propiedad la expresión "¡a la mierda!" durante la presentación de su biografía, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El grito de guerra, pronunciado ante la insistencia de un admirador, aún se puede descargar como tono para los móviles.

En esa ocasión a Fernando Fernán-Gómez no le censuró nadie, al contrario de lo que pasó con películas suyas como 'El mundo sigue' y 'El extraño viaje'. Ambas fueron secuestradas por la censura, lo que le acarreó el apelativo de

"cineasta maldito".

Otro de los que sufrió en sus carnes el pronto de Fernán-Gómez fue
Pablo Carbonell. El músico-actor acudió a la presentación de uno de sus libros como reportero del prograna
'Caiga quien caiga' y le hizo perder la paciencia con su insistencia. Cuando el reportero se disculpaba por si le había molestado, el actor respondió "¡Pues me ha molestado! ¿Me quiere dejar en paz?
Es usted muy ingenioso, dígaselo a su mamá y que le dé dos besos, pero a mí déjeme en paz".

La última aparición en la gran pantalla de Fernando Fernán-Gómez es un documental-homenaje de los cineastas David Trueba y Luis Alegre titulado
'La silla de Fernando' (2006). En él se mostraba
su vertiente más humana, divertida e ingeniosa a través de una larga conversación grabada en su propia casa.
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