Según informa la Comisaría Provincial en un comunicado, las investigaciones comenzaron en el mes de mayo y tras numerosas vigilancias, los agentes pudieron observar que el padre de familia con ayuda de su mujer realizaba transacciones de papelinas en el domicilio, siendo ella quien recibía a los clientes y él quien suministraba la sustancia.

No obstante, los dispositivos de vigilancia se hacían difíciles para los agentes, ya que el domicilio se encuentra situado en un lugar complejo para ser vigilado y siempre rodeado de consumidores de sustancias estupefacientes y familiares de los detenidos, que se encontraban en actitud vigilante.

Finalmente, el pasado 4 de julio, tras obtener autorización judicial para proceder a la entrada y registro en la vivienda objeto de la investigación y con la finalidad de obtener pruebas incriminatorias, se procedió a la entrada en la vivienda, siendo intervenidas varias dosis de cocaína, elementos para corte de la sustancia estupefaciente y otros elementos incriminatorios.

Además, durante el registro del domicilio se encontró una cantidad considerable de hachís predispuesta para su venta en la habitación de un hijo mayor de edad del matrimonio, por lo que en presencia del secretario judicial se procedió a su detención por un presunto delito contra la salud pública.