CESRM constata una reactivación del subsector ganadero y un acentuado debilitamiento de la industria en 2016

  • El Consejo Económico y Social (CES) de la Región de Murcia recoge, en su Memoria anual de la situación socioeconómica y laboral, que el año 2016 ha sido "excelente" para la agricultura regional, siendo una de las notas más positivas la reactivación del subsector ganadero, lastrado en las últimas campañas por la disminución de los precios.

La nota negativa se la lleva la industria regional, ya que experimenta un súbito y acentuado debilitamiento en 2016, "inesperado" por su magnitud, ya que pese a que la exportación de productos no energéticos pierde impulso moderadamente, el consumo privado mantiene su pujanza.

En materia ganadera, este órgano destaca que en 2016 se experimenta un moderado crecimiento pues el valor de las producciones animales, que avanza el 5,7%, a partes iguales por los aumentos del tonelaje y la cotización.

La causa primordial es la recuperación del porcino, cuyo importe se eleva el 10,5%. Hay incrementos monetarios en vacuno y en ovino y caprino, y una pequeña contracción en el valor de la producción avícola.

Aunque hace referencia a los episodios climáticos registrados a lo largo del pasado año, cuya frecuencia parece acrecentarse a consecuencia del cambio climático, además de la continuidad del veto comercial impuesto por Rusia a ciertas producciones, la desmesurada entrada en los mercados comunitarios de producciones de terceros países (tomate marroquí principalmente) o el desequilibrio en la cadena alimentaria, subraya que la agricultura murciana "es una de las más expansivas en 2016 de las autonomías y la de mayor crecimiento desde 2013".

En concreto, la producción de la rama agraria murciana alcanza en 2016 un valor de 2.901 millones de euros. Supone un aumento nominal sobresaliente, del 11,4%, que implica sobrepasar el registrado un año antes por más de seis puntos porcentuales.

Tal progresión se justifica sobre todo en el pronunciado desarrollo del subsector agrícola, cuya producción alcanza un 14,1% que aúpa su importe hasta 2.050 millones, promovido por las fuertes subidas de las hortalizas (13%), el ascenso de las cosechas y frutas (14%).

Pese a la pujanza del agregado hortofrutícola, los resultados no son satisfactorios para flores y plantas ornamentales, plantaciones y frutas de hueso. Buen año, asimismo, para el cultivo de patata y adversos en aceite de oliva, cereales y plantas forrajeras.

En cuanto al sector industrial registra un súbito y acentuado debilitamiento en 2016 que supone un leve tropiezo en una trayectoria expansiva sólida desde que empezó la reactivación de la economía, de tal forma que rebasa ya el nivel de producción previo a la crisis.

El empeoramiento de la industria sucede también en España, donde se desacelera notablemente este indicador pero mantiene la tendencia alcista al registrar un avance anual del 1,6%, algo menos de la mitad que en 2015. Pero no es el único que denota pérdida de impulso para la producción industrial en la Región, también los de consumo de energía eléctrica industrial y los de productos petrolíferos.

En cambio, la valoración que resulta de los indicadores cualitativos que representan las opiniones empresariales en la Encuesta de Coyuntura Industrial es más favorable: el Indicador de Clima Industrial pasa de un moderado valor positivo en 2015 (4,9) al más elevado desde antes de la crisis económica (12,4). Y en el mismo sentido se comporta el grado de utilización de la capacidad productiva, que sube casi cuatro puntos.

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