Se trata de las pinturas de seis profetas de Judá, Josafat, David, Salomón, Isaías, Ezequías y Oseas, que se pueden ver en el retablo de la iglesia de Santa Eulalia, sede de la muestra 'Alonso Berruguete en Paredes de Nava', y que Pedro Berruguete pintó en 1483.

Un retablo, obra de Berruguete el viejo, compuesto por doce tablas seis de las cuales

recrean escenas de la virgen como la 'Anunciación del Ángel a San Joaquín', 'El nacimiento de María' o 'La Anunciación', y las otras seis son los retratos de seis profetas.

El alcalde de esta localidad palentina y vicepresidente de la Diputación, Luis Calderón, ha aseverado que esta exposición, que puede verse hasta el próximo mes de septiembre, ha permitido "renacer, en tierras del Renacimiento" a uno de los más ilustres vecinos de esta Villa, Pedro Berruguete.

Y renace en "tierras del renacimiento" porque son "constantes" las huellas del Renacimiento en municipios de Tierra de Campos como son en la propia Paredes de Nava, en Becerril de Campos, Fuentes de Nava o Cisnero.

Para Calderón, el retablo de la iglesia de Santa Eulalia atesora una obra de Pedro Berruguete que ha definido como 'La Gioconda de Castilla y León', se trata del retrato del profeta David que el artista palentino realizó en 1482, tras regresar de Italia.

El comisario de la exposición que se puede ver en Santa Eulalia, Rafael Martínez, ha explicado que Pedro Berrueguete fue un pintor "casi desconocido" por la crítica durante siglos al quedar eclipsado por la fama de su hijo mayor Alonso, pero su obra fue valorada en su época como lo demuestran los encargos que recibió de los Reyes Católicos pero también de mandatarios de la Iglesia, como la Orden de los Dominicos, y de miembros de la Corte.

Algunas de sus obras se encuentran diseminadas por la Tierra de Campos palentina, en Paredes de Nava y en Becerril de Campos, pero también se conservan en la Catedral de Palencia, el Museo Diocesano, en el Louvre de París, la National Gallery de Londres o la Fundación Godia de Barcelona.

Para Martínez, Pedro Berruguete, finalmente "ha sido reconocido internacionalmente por el mundo del arte", ya que el porte, la pose, la mirada y gestos de los seis profetas que pintó en la parte baja del retablo de Santa Eulalia son el punto de partida "del gran retrato español que culminó con Goya".

La muestra que se puede ver en Paredes de Nave reconoce al gran Alonso Berruguete, pero también a quien fue un pintor de "calidad", su padre Pedro, una calidad que queda patente en la capacidad del pintor palentino de sugerir en sus cuadros, a simple vista, el tipo de telas que visten los personajes: sedas, brocados, lana o terciopelo.

"Esa capacidad de sugerencia es la que demuestra la calidad de Berruguete el viejo", ha sentenciado el comisario de la exposición.