Según han explicado, el gremio, que durante tres días a la semana organiza el Mercado Artesanal de s'Hort del Rey, está "harto" de la "inexplicable tolerancia" de Cort "respecto de la venta ambulante ilegal".

Su presidenta, María Oliver, ha explicado que "lo que antes era un mero 'top manta' se ha convertido en un burdo zoco" y es que, según ha dicho, "esta semana se podían contar hasta 103 paradas en el tramo comprendido entre el Parc de la Mar y el Born".

Así, ha señalado que eran "paradas en el sentido estricto, con mesas, sillas, sombrillas todo ante la mirada impasiva de la policía municipal de Palma". "Pero el problema no radica exclusivamente en la competencia desleal -los artesanos legales cotizan y tienen los gastos propios de la actividad- sino que la convivencia empeora por momentos", asegura.

"Se ríen de nosotros porque pagamos impuestos y vamos de legales. De hecho, hay alguno de estos vendedor ilegales que ha reconocido a miembros de la asociación que antes pagaba el autónomo y ejercía la actividad de manera legal, pero que visto lo visto es tontería", ha explicado.

"La situación se ha vuelto inaguantable. Cuando llegamos a montar ya tenemos las primeras disputas porque estas personas ocupan el lugar que tenemos asignado y a la hora de desmontaje y de recogida han llegado a silbarnos y meternos prisa, insultándoles -"vamos locas, vamos gorda"- para volver a ocupar nuestra plaza", ha reprochado.

Para el gremio, la solución pasa por "auténtico control policial": que se establezca "una zona de protección, desde el Parc de la Mar hasta el Born y Dalt Murada, en la que al menos los días y las horas que hay un mercado profesional y legal, este pueda desarrollarse con normalidad".