En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la juez condena a J.B.P. a dos años de prisión por un delito de homicidio imprudente, a un año de cárcel por un delito de lesiones y a cuatro meses más por un delito contra la seguridad vial, aplicando la atenuante de dilaciones indebidas.

La juez, que absuelve al acusado de un delito de conducción temeraria, le condena además al pago de una indemnización de 132.821 euros a los padres y a la hermana de la víctima, mientras que también deberá abonar 33.588,85 euros a la novia del fallecido, según el fallo adelantado este martes por 'ABC'.

De este modo, la sentencia recoge como hechos probados que, el 9 de septiembre de 2009, la Jefatura Provincial de Tráfico de Sevilla inició el expediente de pérdida de vigencia del permiso de conducir por pérdida de todos los puntos del acusado "por acumulación de numerosas infracciones", lo que le fue notificado en su propio domicilio el 22 de septiembre de ese mismo año.

En ese momento, el acusado plasmó en el acuse de recibo "un garabato a modo de firma y el DNI correspondiente a su padre, el cual no pudo ni recibir ni firmar" al haber fallecido en 2005, "lo que fue realizado por el acusado para alegar posteriormente el desconocimiento de su situación".

"A GRAN VELOCIDAD Y EN ZIGZAG"

"Pese a tener conocimiento de la pérdida del permiso", el acusado conducía sobre las 23,45 horas del 29 de octubre de 2012 un vehículo Audi por la avenida San Francisco Javier "a gran velocidad y en maniobras de zigzag, todo ello junto a un vehículo BMW que no ha podido ser identificado y en aparente competición".

De este modo, y una vez llegó al semáforo existente en la avenida Eduardo Dato, el acusado frenó "de forma brusca" su coche "al encontrarse dicho semáforo en fase roja, ocupando el carril reservado para realizar el giro a la izquierda".

"Al comenzar a parpadear la luz verde de los peatones, y sin esperar a que el semáforo de los vehículos cambiara a la fase verde", el condenado aceleró "bruscamente" su vehículo y rebasó al BMW que se encontraba a su derecha para cruzar la avenida Eduardo Dato, interponiéndose en la trayectoria de la moto del fallecido.

De este modo, el motorista, de 31 años de edad, frenó "pero no pudo evitar la colisión" con el lateral del vehículo del acusado, perdiendo la vida en dicho momento por fractura de la base del cráneo y policontusiones.

La ocupante de la moto, por su parte, salió despedida por encima del vehículo, impactando contra el suelo, lo que le produjo diversas fracturas de las que tardó en curar 270 días y quedándole secuelas físicas y trastornos neuróticos.