Bruselas vincula que España sea el país con la maternidad más tardía a la mala calidad laboral

  • Las españolas tienen su primer hijo a los 31,9 años, la edad más alta de la UE.
  • "Se relaciona altamente con el peso del empleo atípico en jóvenes", dice Bruselas en su Estudio Anual sobre la Evolución Social y del Empleo en Europa.
  • España es el segundo país de la UE en temporalidad, paro juvenil y en trabajadores a tiempo parcial que desean estar ocupados más horas.
  • "El riesgo de pobreza y exclusión social sigue siendo un reto en los países del sur", dice la Comisión; en España lo sufre el 27,9% de la población.
Una imagen de archivo de una mujer embarazada.
Una imagen de archivo de una mujer embarazada.
PIXABAY/GREYERBABY
Una imagen de archivo de una mujer embarazada.

Que los hijos vienen con un pan debajo del brazo es un dicho que huele a libro viejo. Antes, dos manos extra eran un bálsamo para la economía de las familias. Pero en una sociedad urbana y tecnológica como la actual, la descendencia complica las finanzas más que solucionarlas. Y en ese esfuerzo económico, el empleo de los progenitores entra en la ecuación.

La Comisión Europea ha dibujado hoy esta lógica natal en su Estudio Anual 2017 sobre la Evolución Social y del Empleo en Europa (ESDE). "La expansión generalizada del trabajo no estándar es probablemente una de las causas del retraso de la maternidad", argumenta el informe de Bruselas, que analiza la evolución de todos los indicadores comunitarios de índole social y laboral.

Según el Ejecutivo comunitario la edad media en la que las mujeres se convierten en madres "se correlaciona altamente con la proporción de trabajadores jóvenes que tienen un empleo atípico", considerando este —según la definición de la OIT—  como un paraguas que acoge al trabajo temporal, a tiempo parcial, el trabajo multipartito, el encubierto y el empleo por cuenta propia económicamente dependiente de una o pocas empresas.

Es decir, un empleo inestable atrasa la decisión de ser padres. Bruselas destaca la caída del desempleo en España desde los peores momentos de la crisis gracias a la recuperación económica, pero sugiere que esta caída del paro no redunda en una mejora de las condiciones para tener hijos. "España e Italia registraron las proporciones más alta de empleo atípico entre jóvenes y a la vez son los países con la maternidad más retrasada".

La huella de la precariedad laboral que retrasa la maternidad se deja ver en las estadísticas de empleo. España seguía siendo en 2016 el segundo país de la UE con más paro (19,6%), el segundo con más empleo temporal (26%), el segundo con más subempleo (51,4%) —trabajadores a tiempo parcial que desean trabajar más horas— y el segundo con más paro entre los jóvenes de 15 a 24 años (44,4%).

Esta pléyade de medallas de plata en los malos índices laborales afectan a la maternidad. España fue en 2015 el país de la UE con una maternidad media más tardía, 31,9 años. Y adelanta así a Italia e Irlanda, dos países que superaban a España hace cinco años, cuando la temporalidad era un punto menor (25%), la parcialidad dos puntos menos (12,9% frente al 15,1% actual), el subempleo cinco puntos más ligero (46,7%) y el paro juvenil se quedaba en el 41,5%, inferior al 44,5% de 2015.

"El incremento de la edad de maternidad fue más pronunciado en casi todos los países de la UE entre 2000 y 2010, pero España, Grecia, Malta y Portugal fueron la excepción. En estos países impactó notablemente la crisis económica y aceleraron más el retraso de la maternidad en el lustro que va de 2010 a 2015", afirman desde el Ejecutivo Comunitario. El acelerón en España le ha llevado a tener las madres primerizas más viejas de Europa.

La asociación con el empleo atípico es clave. Pero el país con más proporción de trabajo atípico son los Países Bajos (52%) y sin embargo su media de edad para el primer hijo es casi un punto menor que en España. "La mayoría de ellos trabajan voluntariamente a tiempo parcial y su trabajo no les supone una traba para empezar a formar una familia", explica la Comisión. También ayuda que el salario mínimo neerlandés (1.551 euros) sea el doble del español (826 euros).

"La falta de empleo y la inseguridad de ingresos está afectado a la independencia de los jóvenes y a la capacidad de la formación de familias", dice la Comisión Europea. Un escenario común en la UE pero más preocupante en España, donde el número de hijos por familia (1,3) está también a la cola comunitaria, igualado con Polonia, Portugal y Chipre. Muy lejos de los dos por mujer de Francia e incluso del 1,6 promediado en Europa.

De todo este escenario, Bruselas culpa a "las nuevas tendencias laborales" que producen además "consecuencias adversas" en la sostenibilidad del sistema de pensiones. Sin empleo estable, dicen en la Comisión, es difícil que una mujer opte por un segundo hijo. Y sin población cotizante, el sistema de prestaciones sociales se degradaría.

Para solucionarlo la Comisión pide mejoras en la calidad del empleo, más ayudas públicas de guardería para niños de hasta tres años, facilitar el acceso a una vivienda ("los altos costes del alquiler son una trampa porque no dejan a los jóvenes espacio al ahorro para comprar después su propia vivienda") y formar mejor a los jóvenes.

La CE ve "señales claras" de una mejora social pero alerta de que "el riesgo de pobreza y exclusión sigue siendo un reto en países del sur de Europa". Se señala a España como uno de los estados en los que más creció durante la crisis, aunque la población que lo sufre se reduce en dos años del 29,2% al 27,9% de 2016, cuatro puntos aún sobre la media. El índice Gini de desigualdad (34) también supera el promedio de la UE (31).

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