Los accionistas del Banco Popular que perdieron toda su inversión al decretarse la resolución de la entidad el pasado 7 de junio tienen desde este jueves una propuesta del Santander —la entidad que adquirió al Popular por un euro— para recuperar su dinero.

El banco presidido por Ana Patricia Botín ha anunciado que compensará a los inversores, pero con muchas condiciones de por medio. Primero, la oferta de compensación solo se dirige a minoristas (personas y empresas) que compraron acciones en la última ampliación de capital, del 26 de mayo al 21 de junio de 2016.

Es decir, los inversores institucionales no podrán beneficiarse de la propuesta. Tampoco, dice el Santander, "los miembros del Consejo de Administración del Popular hasta su resolución, las personas vinculadas a dichos consejeros y los accionistas que hayan tenido una participación significativa en el banco". Los grandes accionistas, de este modo, no se beneficiarían de la oferta.

¿Y en qué consiste la propuesta? Esta es la segunda condición. No se trata de una devolución del dinero invertido, sino que se entregará al cliente unos "bonos de fidelización" que darán derecho a cobrar un interés del 1% anual pagadero cada trimestre.

Estas obligaciones no podrán venderse por iniciativa del antiguo accionista (al ser bonos de fidelización) y solo se amortizarán a voluntad del Santander después de siete años de plazo. Si el Santander decidiese hacerlo —para lo que necesitaría la autorización del BCE— el bonista sí recibiría entonces el nominal de su inversión.

Si la inversión fue mayor de esos 100.000 euros el cliente no recibirá bonos por la totalidad de sus acciones, sino que se han dibujado tres tramos adcionales: hasta 500.000 euros se les compensará por el 75% del importe invertido, hasta 1.000.000 de euros con el 50%.... y no habrá compensación para quienes compraron más de un millón de euros en acciones en ese período del año pasado.

"El 99% de los que compraron acciones en ese plazo realizaron inversiones inferiores a 100.000 euros, por lo que la gran mayoría recibirá bonos por el importe total que invirtió", dice el Santander en la comunicación oficial enviada este jueves.

El accionista, dice el Santander, "recuperará el 100% del valor nominal del bono" cuando se produzca la amortización del bono. Y aquí entra una tercera condición de la propuesta: para acceder a la oferta se deberá renunciar a emprender acciones legales contra el banco. Y no solo contra la entidad, también contra "sus administradores, directivos y empleados".

La entidad cántabra incluye una última condición; que los inversores que se beneficien de este programa "mantengan una relación comercial con el banco equivalente a la que tenían en el momento de adquisición de las acciones".

Para el Santander, este propuesta supone la emisión de 980 millones de euros en bonos a un precio nominal de 100 euros. Le supondrá un coste de 680 millones de euros, un cuantía que no impactará en la composición del capital del banco. Pero, sobre todo, la entidad intenta beneficiarse de un posible freno a algunas de las acciones judiciales que se han iniciado ya por parte de los afectados.