En un comunicado, ha señalado que es "tremendamente duro, está fuera de toda lógica y posiblemente de la legalidad" que en un día con alerta naranja por altas temperaturas y en el que se superaron los 43 grados "un trabajador tenga que asfaltar una carretera con aglomerado a más de 170 grados".

Con esta muerte, ante la que CCOO se personará como acción popular, la cifra de personas fallecidas en el tajo en la provincia de Sevilla en lo que va de año asciende a 14, es decir, "un trabajador muerto cada 14 días". Aristu ha instado a las Administraciones a que tomen medidas y "no sigan en segundo plano, impasibles, mientras los trabajadores pierden la vida en el trabajo".

En la misma línea, la secretaria general del Sindicato Provincial de Construcción y Servicios de CCOO de Sevilla, Mercedes Santoja, ha explicado que estas empresas tienen que contar con un plan de seguridad específico y autorización para poder llevar a cabo tareas de asfaltado de carreteras "saltándose la jornada intensiva". "Desde CCOO estamos investigando si este plan existía, si se tomaron las medidas de seguridad correspondiente y cuántas horas llevaban trabajando estas personas cuando el fallecido perdió la vida", señala.

"Exista o no permiso, no es lógico que los trabajadores tengan que estar desempeñando tareas tan duras como el asfaltado de carreteras con las temperaturas extremas que se alcanzaron el miércoles en la provincia de Sevilla", ha asegurado el secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla.

Según Aristu, "se sigue asistiendo a diario a incumplimientos por parte de empresas que juegan con la vida de sus trabajadores solo para maximizar beneficios. Esta forma de actuar y la precariedad laboral tan extrema que se sufre en Sevilla han provocado que en lo que va de año 14 trabajadores hayan muerto".

En este marco, menciona que, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el miércoles en Morón de la Frontera se superaron los 43 grados y a las 21,00 horas, cuando Emergencias Sanitarias recibió el aviso por la muerte de este trabajador, la temperatura aún estaba por encima de los 39 grados.

Además, recuerda que el aglomerado que se extiende por la carretera para su asfaltado se vierte a más de 170 grados "algo que es igualmente duro para las personas que trabajan a ras de suelo extendiéndolo como para quienes desempeñan su labor encima de la máquina, porque el metal se caliente y alcanza temperaturas tan altas que provoca incluso quemaduras".